Javier y Beatriz en La Taberna de Tudela de Duero

Javier y Beatriz en La Taberna de Tudela de Duero Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

Javi y Bea, el matrimonio que saca adelante una coqueta taberna en un pueblo de Valladolid: “Nadie confiaba en que pudiésemos emprender”

Eran carpintero y auxiliar de enfermería y ahora se dedican, en cuerpo y alma, a su local hostelero

10 marzo, 2024 07:00

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Tudela de Duero es un municipio de la provincia de Valladolid que se ubica a solo 15 kilómetros de la capital provincial. La conexión que tiene, a través de la autovía, ha provocado un crecimiento de una localidad que cuenta con un municipio pedáneo llamado Herrera de Duero, a solo siete kilómetros.

Ambos lugares se encuentran bañados por el río Duero que, a su paso por Tudela, le da una morfología característica al casco histórico de fondo de saco debido a los meandros que forma este elemento fluvial a su paso por el lugar. A Tudela de Duero se llega, vía carretera, por la Autovía del Duero.

En la actualidad y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Tudela de Duero cuenta con 8780 habitantes. La vida en el lugar es cómoda. El pueblo cuenta con todos los servicios necesarios para vivir y la cercanía con la capital de provincia le da un plus a la hora de desplazarse hasta allí ante cualquier contratiempo.

Tudela destaca también por su encanto gastronómico. El espárrago o el tomate son dos alimentos característicos allí. Los bares y restaurantes cobran un protagonismo supino allí y hoy vamos a conocer un poco más en profundidad la historia de La Taberna, ubicada en la calle Santiago 2, y cuyos dueños son un trabajador matrimonio.

La Taberna, en Tudela de Duero

La Taberna, en Tudela de Duero Fotografía cedida por EL ESPAÑOL de Castilla y León

Bea y Javi

Javier Ferradas nació en Tudela de Duero hace 47 primaveras. Desde hace 30 está inmerso en el sacrificado mundo de la hostelería, antes fue carpintero. Beatriz Estévez tiene 46 años y fue auxiliar de enfermería. Están casados, son amantes de los viajes, y tienen dos hijas.

La vida de La Taberna se remonta al año 1987. Los antiguos dueños se jubilaron. Después, el bar ha pasado por más inquilinos hasta que, hace seis años decidimos coger nosotros las riendas. Nos definimos como un matrimonio emprendedor y trabajador que se esfuerza por sacar adelante el día a día dando el mejor trato posible a nuestro cliente en el bar”, afirma Beatriz.

Nuestra entrevistada vivió su infancia en el pueblo junto a su hermana pequeña y sus padres autónomos. Javier desciende de una familia obrera y tuvo una infancia feliz junto a sus tres hermanos en Valladolid, intercalando sus visitas al pueblo, a la casa de sus abuelos, durante los fines de semana.

Todo hasta que se conocieron, se casaron y aquí están, sacando adelante un conocido bar.

La Taberna de Tudela de Duero

La Taberna de Tudela de Duero Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Un primer negocio y sus croquetas y cachopos

Desde el 3 de enero del año 2018 están al frente de La Taberna. Es su primer negocio como autónomos y empresarios. Un negocio con llevaba cerrado un tiempo, pese a sus 40 años de historia y al que ellos decidieron revivir para que una parte de la llama del pueblo pucelano no se apagara.

Se encuentra ubicada en la calle Santiago número 2. Muy cerca de la plaza del pueblo. En el negocio solo trabaja el matrimonio. En ocasiones especiales se le un algún extra. Un espacio de unos 40 metros cuadrados que se ha convertido ya en su casa, y en la de muchos tudelanos, que tiene una gran terraza semipeatonal.

“La Taberna es un establecimiento hostelero de tapas y raciones que innova cada semana y que combina estos platos nuevos con otros de temporada. Contamos con una gran variedad de croquetas y cachopos de ternera que hacen las delicias de los comensales que vienen a visitarnos”, explica Javi en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Elaboraciones con un sabor que quita el sentido.

Un sabroso pincho de tortilla con un café en La Taberna de Tudela

Un sabroso pincho de tortilla con un café en La Taberna de Tudela Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Nadie confiaba en ellos

“Nadie confiaba en que pudiésemos emprender hace seis años y aquí estamos. El local se ubica en una zona del pueblo que es complicada para aparcar y en la que no hay más negocios, bancos o supermercados”, asegura el matrimonio hablando de solo una de las dificultades que tiene abrir un bar, más en el mundo rural.

Sin embargo, Javi y Bea, Bea y Javi, trabajan día a día para seguir innovando, como hasta ahora, y seguir escribiendo la historia de un bar que viene de lejos, durante muchos años más. Él y ella, ella y él, siguen pidiendo a los habitantes de Tudela, y a los forasteros, confianza para continuar dándoles la mejor atención.

“Otras especialidades son nuestros desayunos con productos caseros. También realizamos eventos privados para pequeños grupos en los que cerramos el bar para su disfrute”, finaliza.

Un matrimonio currante que se merece todo lo bueno que le pase.