Imagen de archivo de la Audiencia Provincial de Valladolid

Imagen de archivo de la Audiencia Provincial de Valladolid Miriam Chacón Ical

Valladolid

El TSJCyL libra de tres años y 10 meses de cárcel a un hombre que tiró una maza para huir de la policía

Mantiene los delitos de conducción temeraria y por carecer de licencia o permiso

15 marzo, 2024 14:39

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha librado de tres años y 10 meses de cárcel a un hombre que protagonizó una huida por la provincia de Valladolid en el año 2019. De esta forma, ha estimado el recurso contra el delito de atentado a agente de autoridad por el que había sido condenado tras tirar una maza a la carretera y que pasó por encima el vehículo policial.

No obstante, se mantienen los delitos de conducción temeraria, con un año y ocho meses de prisión de pena, y otro por carecer de permiso o licencia, con ocho meses. La Audiencia Provincial de Valladolid entendió el gesto de tirar la maza a la carretera como un intento de atentado a agente de la autoridad, pero, sin embargo, el recurso del acusado ha sido finalmente estimado.

Así, la defensa del acusado justificó que el hecho de lanzar varios objetos y la maza fue a la carretera y no al vehículo policial, lo que constituiría un delito marcado en el artículo 385 del Código Penal de colocación de obstáculos imprevisibles en la calzada, por el que no venía siendo acusado y no se le puede condenar.

De la misma forma, justifica que el acusado "solamente procuraba su huida y lo hizo asumiendo el riesgo de obstaculizar la circulación al vehículo que le perseguía", sin que la maza golpease "nunca" al mismo, sino que "impactó primero en el suelo y el vehículo pasó por encima". "El propósito del condenado no era atentar contra el vehículo policial sino facilitar su huida", recalcaron en el escrito de defensa.

Unas alegaciones que han sido estimadas por el TSJCyL y que finalmente han servido al acusado para librar los tres años y 10 meses de cárcel por el delito de atentado a agente de la autoridad.

Los hechos se remontan al año 2019 en los alrededores de la capital de Valladolid, entre Tordesillas y Zaratán, en una persecución policial a dos vehículos y en el que en uno de ellos viajaba el implicado. Tras varios kilómetros, a velocidades que rondarían los 200 kilómetros por hora, el acusado terminó colisionando contra un camión, deteniendo su huida y siendo finalmente detenido.