Valbuena de Duero es una bella localidad de la provincia de Valladolid ubicada en la margen derecha del río que le da parte del nombre. Se ubica a 43 kilómetros de la capital de provincia y goza de una posición sumamente privilegiada dentro del valle. Un lugar tranquilo que cuenta, en la actualidad y según los datos del Ayuntamiento con 411 habitantes.
Un pueblo precioso, con su Iglesia de Santa María la Mayor del Castillo reinando en el lugar y con un patrimonio natural extenso en la ribera del elemento fluvial más famoso del pueblo. Cuenta con un paraje espléndido llamado: La Isla, para disfrutar de una jornada de paz y entre vegetación.
Sin embargo, a Valbuena de Duero también le ha azotado el concepto de la España vaciada. El pasado mes de abril del año 2023, el Ayuntamiento de la localidad convocaba un concurso para un contrato de arrendamiento de una vivienda en la localidad para familias con menores en edad de escolarización en las etapas de educación primaria e infantil. Todo con el fin de ganar población, sobre todo joven, y salvar su colegio.
Una iniciativa que resultó ser todo un éxito. Alfonso Velasco Martín-Calero, un trotamundos, conseguía ese alquiler de 150 euros para asentarse en su vivienda con su dos pequeños, Tony y Alfonso, de 8 y 5 años. Con este gesto conseguía salvar una escuela con mucha historia que tiene aún mucha vida cuando estuvo a punto de desaparecer.
Un colegio con más de medio siglo de antigüedad
“Se trata de un colegio con más de medio siglo de antigüedad. Anteriormente se ubica en el Ayuntamiento. Ahora, está situado en la calle El Coso de la localidad y depende del Centro Rural Agrupado Ribera del Duero, que tiene sede en Quintanilla de Onésimo”, nos explica Eleazar Moro Martín, alcaldesa de Valbuena de Duero, que destaca que el consistorio “siempre ha valorado mucho la educación y la cultura”.
Nuestra entrevistada asegura que, cuando bajaron a los “solo tres alumnos” en el centro “tenían una gran preocupación” por lo que decidieron tomar cartas en el asunto para evitar el cierre con la iniciativa anteriormente citada “para garantizar su mantenimiento”, en un servicio básico en todo municipio.
“Afortunadamente, hemos conseguido doblar el número de alumnos. Hemos pasado de los tres del año anterior a los seis con los que contamos en la actualidad. Se trata de un aula multigrado con niños de diferentes edades. Uno de cinco años, otro de ocho, un pequeño y una pequeña de nueve y otros dos más grandes. Un varón de diez y otra niña de 11 años”, confirma la alcaldesa.
Un placer para ella poder dar testimonio de esta gran noticia tras meses, los del pasado año, sumamente complicados.
Un modelo “dinámico e innovador”
“El modelo educativo que tienen las escuelas rurales en la actualidad es muy dinámico e innovador. Se aprovechan los aspectos positivos de los grupos reducidos y, a la vez, reducen sus limitaciones realizando actividades conjuntas con localidad próximas. Esto hace que los colegios rurales tengan mucha vida y ofrezcan una educación de calidad”, asegura Eleazar Moro.
Desde el Ayuntamiento de Valbuena de Duero se llevan a cabo, cada año, decenas de actividades culturales. También otras enmarcadas en el conocimiento de su bello y destacado patrimonio y, por último, diversas acciones deportivas que buscan dinamizar el pueblo y atraer a los forasteros.
“Hacemos todo lo que podemos para conseguir que el pueblo tenga vida. El principal problema que tenemos es la falta de vivienda. Tenemos continuas solicitudes, pero no podemos atender a estas demandas”, finaliza la que ostenta el bastón de mando.
Una buena educación para Tony y Alfonso
Alfonso Velasco, del que ya hemos hablado anteriormente y con el que nos volvemos a citar, tras ser el salvador de la escuela, se muestra feliz después de tomar la decisión de instalarse en Valbuena de Duero y esta satisfecho con la atención y la educación que Tony y Alfonso, sus pequeños, reciben en la escuela.
“Siento una gran satisfacción de haber puesto mi granito de arena para lograr que el colegio no se cerraba. Tony tiene 8 años y va a 3º de Primaria. Alfonso 5 y va a 3º de Infantil. Reciben una atención muy personalizada al haber pocos niños en la escuela y creo que eso es muy positivo”, asegura Alfonso padre.
Él quiere seguir muchos años en un pueblo que le ha ofrecido “una calurosa acogida” con el fin de “seguir criando a sus hijos” en un “ambiente sano”.
Larga vida a la escuela de Valbuena de Duero.