Quedan únicamente tres jornadas de la Liga Hypermotion, o Liga Hypertensión como le gusta llamarla a muchos, y los equipos ya empiezan a hacer cábalas con las matemáticas para cumplir sus objetivos. Uno de ellos es el Real Valladolid de Paulo Pezzolano, que antes de nada deberá hacer los deberes. Líderes de la categoría, con siete puntos de nueve en las próximas tres jornadas, serán equipo de Primera División sin depender de los demás.

Pucela, Leganés y Eibar llegan a la recta final con todo por decidir, con el Espanyol algo más lejos pero que tampoco pierde la esperanza. En los últimos 10 encuentros, los de Pezzolano han demostrado ser los que más en forma están y eso les coloca como los principales favoritos. Siete victorias, dos empates y solo una derrota, frente a las cinco victorias, un empate y cuatro derrotas de los vascos y a las cuatro victorias, cinco empates y una derrota de los pepineros.

Los blanquivioletas visitarán este fin de semana Santo Domingo para enfrentarse a un Alcorcón que trata de aferrarse a la salvación como sea. Por ello, aunque la clasificación haga pensar que pueda tratarse de un partido asequible, bien es sabido que los equipos que juegan con el descenso suelen pegar más de un susto. Posteriormente, recibirán a un Villarreal B que puede llegar incluso descendido y visitarán Tenerife con el club de la isla, a priori, sin jugarse nada.

Es el calendario más asequible, por eso, hacer los deberes se antoja primordial para no depender de los demás. No obstante, merece la pena fijarse en los rivales de los principales competidores de los pucelanos. Y es que el Real Valladolid de Pezzolano, curiosamente, se encomienda principalmente a los equipos asturianos para tratar de que la alegría pueda llegar antes de tiempo ante el Villarreal B. Especialmente al Sporting de Gijón.

Y es que los rojiblancos visitarán este fin de semana Butarque, con sus aspiraciones intactas para entrar en play-off. Harán lo propio, siempre que no pierdan y los resultados acompañen, la próxima semana ante el Eibar pero con su afición como locales.

El Eibar, que recibe esta semana al Cartagena, se verá las caras en la última jornada con el Real Oviedo, que está también metido de lleno en la lucha por el play-off de ascenso. Además, los de Leganés también deberán visitar Ferrol, con los gallegos agarrados a un clavo ardiendo para tratar de meterse en esa fase de promoción. Por último recibirán al Elche, que puede llegar a la última jornada sin aspiraciones de ratificar su mal estado de forma en las dos próximas fechas.

Aunque el Pucela debe fijarse en lo suyo propio, puede llevarse la alegría antes de tiempo si es que el Sporting de Gijón, principalmente, da algún susto a algunos de los rivales por el ascenso de los blanquivioletas. Ganando en Alcorcón, una derrota del Eibar este fin de semana ante un Cartagena sin presión, ya que están salvados y no se juegan nada, haría que a los de Pezzolano les valiera el empate ante el Villarreal B y podrían celebrar en el José Zorrilla el ascenso antes de visitar Tenerife. 

Por otro lado, una victoria sportinguista en Leganés, también con un +3 de los pucelanos en Alcorcón, provocaría que de llevarse los blanquivioletas el partido en Zorrilla ante el Villarreal B valiese para ascender directos antes de la última jornada.

Pezzolano juega con las matemáticas, pero lo que es indudable es que la mirada ha de estar puesta, como mínimo, en el siete de nueve puntos propios. 

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