Víctor en la Pastelería La Casita de Alaejos

Víctor en la Pastelería La Casita de Alaejos Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

La pastelería familiar que hace unos lazos que enamoran en la provincia de Valladolid: 40 años de tradición y dulzura

Palmeras, rosquillas, polvorones y todo tipo de bollos que deleitan los paladares de sus clientes en un pueblo pucelano

1 junio, 2024 07:00

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La localidad vallisoletana de Alaejos se encuentra ubicada a unos 58 kilómetros de la capital de provincia. Más, podríamos decir, en tierras zamoranas y salmantinas que, en vallisoletanas y cuenta, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) con una población actual de 1.380 habitantes.

Se trata de un lugar perfecto para conocer la cultura y patrimonio de unos de los municipios únicos de la provincia de Valladolid. Dos iglesias reinan por encima del resto. Por un lado, la de San Pedro, y por otro la de Santa María, con un retablo mayor que merece ser admirado y con unas calles que llaman la atención de los turistas que llegan, sobre todo el fin de semana para impregnarse de esta riqueza patrimonial, histórica y cultural.

También es un sitio perfecto para relajarse y gozar con la mejor gastronomía. Son numerosos los bares y restaurantes con los que cuenta Alaejos y también las tiendas, por ejemplo, de repostería artesana en las que endulzar el paladar con las mejores elaboraciones caseras.

Destaca, por encima del resto, La Casita Repostería Pastelería Artesana. Un establecimiento que se ubica en la calle Matadero 11, que nació allá por el año 1984 y que es el lugar ideal para disfrutar de los mejores dulces tradicionales.

“Si buscas pasteles vallisoletanos exquisitos, en nuestra pastelería encontrarás delicias únicas como las famosas palmeras de chocolate, auténticas joyas de la pastelería casera en la provincia de Valladolid. Pero tampoco te pierdas nuestras irresistibles rosquillas de baño y las deliciosas cocadas, verdaderas especialidades de la pastelería artesanal vallisoletana”, afirman desde el dulce establecimiento.

EL ESPAÑOL de Castilla y León se cita con Víctor Martín Rodríguez, el dueño en la actualidad del negocio familiar, de 39 años y que nos explica los secretos del éxito de una pastelería que es un claro ejemplo de lo que hay que hacer para triunfar.

Los productos de la Pastelería La Casita de Alaejos

Los productos de la Pastelería La Casita de Alaejos Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

El nacimiento de un negocio con una gran historia familiar

“Me considero una persona que lucha por sacar adelante el negocio que en el año 2005 se reubicó en Alaejos. En prueba de ello, muestro mi continuo esfuerzo para trabajar en ello y continuar con la historia de nuestro negocio”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Víctor Martín Rodríguez.

Él es técnico de equipos electrónicos de consumo y técnico especialista en Panadería, Repostería y Galletería Industrial y ha realizado numerosos cursos basados en el etiquetado de alimentos y centrado en elaboraciones en chocolate y pastelería celiaca.

“Comenzamos con un pequeño obrador que, posteriormente, se amplió. La empresa tiene una gran historia familiar que inició mi abuelo en Torrecilla de la Orden, en el año 1984. Después la continuó mi padre y más tarde yo. Decidimos, en el 2005, instalarnos en Alaejos y hasta hoy”, nos explica nuestro entrevistado.

Desde entonces, se han esforzado con el fin de “intentar adaptarse a las necesidades del mercado actual” tanto en “etiquetado, envases, y en toda la mejora que esté en sus manos”.

Víctor al frente del negocio

“Estoy al frente desde el año 2005. Tras acabar los estudios de electrónica, decido seguir en el negocio familiar y fue cuando nos instalamos en la empresa. Al comienzo, la empresa pertenecía a mi padre, Tomás Martín, y en 2019, cuando llegó su jubilación, continué con el obrador que regentábamos”, nos explica.

Su vida es su negocio. Se basa, prácticamente las 24 horas de los 365 días del año en intentar dar al cliente lo mejor con productos de calidad, todos artesanos y con el fin de que los que visitan su pastelería repitan tras una experiencia altamente satisfactoria.

“La vida de nuestra empresa se ha basado en la fabricación y venta de nuestros productos, tanto en la tienda ubicada en Alaejos como en los pueblos de alrededor. Hoy en día trabajamos para abrir el abanico y poder llegar a más clientes con el fin de que conozcan todo lo que elaboramos”, añade Víctor.

De hecho, también venden de forma online para llegar, cada día, a más gente.

Un amplio repertorio de dulces para enamorar al paladar

En la actualidad, desde La Casita Repostería Pastelería Artesana se encargan de elaborar todo tipo de pastas, bollos, palmeras de hojaldre, lazos, rosquillas, o polvorones con almendras, así como una gran variedad de pastelería, tanto dulce, con tartas y pasteles, como salada con empanada, hornazo o canapés.

Nuestra especialidad, y uno de los productos que nuestros clientes tienen como referencia, son los lazos de hojaldre, tanto el de azúcar como e de chocolate. También quiero destacar nuestro polvorón elaborado con almendra, con o sin chocolate”, añade Víctor.

Los famosos lazos de La Casita de Alaejos

Los famosos lazos de La Casita de Alaejos Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

La gran mayoría de sus ventas, hasta el momento, se realiza en el medio rural, tanto en su tienda, como en los pueblos cercanos. En la actualidad asisten, también, a ferias y eventos de la mano de la marca Alimentos de Valladolid para que nuevos clientes prueben sus productos que quitan el sentido, literalmente.

“El futuro lo afrontamos con optimismo. Hasta ahora, nuestros productos son reconocidos, valorados y demandados por los clientes”, finaliza nuestro protagonista.