Paulina y Ángel, el matrimonio argentino, emprendedor y valiente que triunfa en un pueblo vallisoletano con sus deliciosas empanadas
Cuentan con una amplia variedad y 16 sabores distintos: destacan las de bacalao con pasas, pulpo, o beicon con nata y dátiles
8 junio, 2024 07:00Noticias relacionadas
Tudela de Duero es una preciosa localidad de la provincia de Valladolid que se ubica a solo 16 kilómetros de la capital. Está rodeada, casi por completo, por el río Duero, lo que hizo que la zona se convirtiera, hace años, en un asentamiento estratégico por los romanos y en una línea defensiva contra los musulmanes en la Edad Media.
El pueblo pucelano, que en la actualidad cuenta con una población, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de 8780 habitantes reina con varias casas nobles a lo largo y ancho de sus calles, que están realizadas en piedra y ladrillo macizo. Un ejemplo es la Casa Cruz, de estilo herreriano, o la Casa de los Escudos.
Sin embargo, el principal edifico de Tudela de Duero lo ubicamos en el núcleo histórico del municipio. Hablamos de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Se trata de un templo del siglo XVI, de estilo gótico, que cuenta con una fachada con una gran hornacina que enmarca la portada.
Estos son encantos que acabaron por enamorar a Ángel y a Paulina, que llegaron hasta el lugar, procedentes de Argentina. Hace 32 años que llegaron a nuestro país. En 1999 abrieron su negocio: la Panadería y Pastelería El Artesano y hace ocho llegaron a Tudela de Duero.
Un proyecto que triunfa con un producto estrella como son las empanadas de los sabores más variopintos y sabrosos.
Un matrimonio emprendedor y valiente
“Nos consideramos un matrimonio emprendedor y valiente que vino de Argentina y hasta España hace 32 años. Nuestros abuelos emigraron también y con el paso del tiempo nos toco venir a nosotros también para emprender nuestro negocio. Tenemos tres hijos que nos ayudan mucho en nuestro día a día”, asegura Ángel, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
Él es el dueño de la Panadería Pastelería El Artesano, junto a su mujer, Paulina. Tras su llegada a nuestro país, en el año 1999 comenzaron con un “proyecto de locos”, como asegura la mujer, para “prepararse como pasteleros y panaderos”. Fue ahí, hace 25 años, cuando nace El Artesano.
“Abrimos en Valladolid, sin tienda física. Solo como obrador y con reparto en tiendas pequeñas. Hacíamos ya, por aquel entonces, postres, y empanadas. Con todo el cariño del mundo”, nos explica Paulina.
Tras muchas primaveras en la capital del Pisuerga, hace ocho años decidieron mudarse hasta Tudela de Duero.
16 tipos de sabrosas empanadas
“Nuestro proyecto se construye, cada día, bajo las premisas de la ilusión y el esfuerzo. Mi marido es panadero y yo pastelera. Formamos el equipo perfecto. Llevamos 25 años con el negocio, pero donde hemos hecho fuerza es en Tudela de Duero donde nos han acogido estupendamente, tanto los vecinos del municipio como los de la comarca”, añade Paulina.
Un negocio que se ubica en la Carretera Vieja de Soria, concretamente en el número 7, de la localidad pucelana de la que venimos hablando a lo largo de todo este escrito. Una pastelería y panadería que, dentro de lo artesano y clásico, introduce un aire nuevo con sus tortas de chicharrones, o sus sabrosas tartas de queso. “Destacamos, principalmente, por nuestras empanadas. Tenemos 16 sabores distintos”, explica orgulloso Ángel.
Empanadas de bonito, de pulpo, de bacalao con pasas, de beicon con queso y pimientos, de beicon con bechamel y champiñones, de beicon con nata y dátiles, de jijas de chorizo, de jijas con pimientos, de morcilla, bechamel y queso azul, de morcilla, piñones y manzana, de ternera con aceitunas y comino, de pollo con pisto, de pollo con salsa barbacoa, de pollo, bechamel y dátiles, de jamón y queso con bechamel, de jamón, queso y piña y de espinacas, bechamel, queso y huevo.
Casi nada. Una amplia variedad para chuparse los dedos.
“Es complicado mantener un negocio en España”
“Casi todo, en nuestro negocio, es artesano y de cosecha propia. Nos esmeramos, cada día, por dar lo mejor que podemos ofrecer a nuestros clientes. También debemos señalar que compramos productos a otros obradores”, asegura Ángel a este medio.
Los dueños del negocio afirman que “no es complicado mantener un negocio en el medio rural” sino que “lo difícil es dar continuidad a un negocio en España”, pero afirman que, a base de esfuerzo, continuarán, cada día, sacando adelante El Artesano.
“Miramos al futuro con optimismo. Llevamos un largo recorrido y se están viendo los frutos. Esperamos continuar con nuestro negocio por mucho tiempo y seguir dando las mejores empanadas a nuestros clientes”, finalizan.
Ojalá que así sea.