Ni los columpios para niños minusválidos se libran del vandalismo en Zamora

Los actos de vandalismo, robos y destrozos organizados le cuestan al Ayuntamiento de Zamora más de 100.000 euros anuales, lo que supone más que todo el servicio de Teleasistencia, la mitad del coste de mantenimiento de pavimentos y una cantidad similar a todas las subvenciones que se destina a las asociaciones de vecinos, según los datos facilitados hoy por el alcalde, Francisco Guarido, en el transcurso de una visita efectuada esta mañana al parque infantil de Las Viñas donde había sido robado el columpio adaptado para niños de movilidad muy reducida.

Se trata de una lacra difícil de combatir y de las que son víctimas todos los municipios, pero que será necesario abordar no solamente a través de la vigilancia policial sino con la realización de campañas de concienciación ciudadana y de la educación en los centros escolares, como anunció el propio Guarido, ya que las personas que sustraen o destrozan el mobiliario urbano están haciendo un perjuicio a todos los ciudadanos y, por lo tanto, también a sí mismos.

Y es que no solamente hay vandalismos más o menos organizados sino que también existen robos de mobiliario urbano o de elementos de los parques infantiles, como ha sido este caso en el que se han llevado el primer columpio para niños de movilidad reducida que se instaló hace aproximadamente un año en el parque de las Viñas y que es muy utilizado por la proximidad con el Centro Base de la Junta de Castilla y León, adonde acuden las familias con los niños para tratamientos de movilidad.

Según el alcalde no es algo que se pueda combatir solamente con la vigilancia policial sino que es fundamentalmente una cuestión de civismo y toda la sociedad debe concienciarse de que hay que erradicar completamente estos actos por lo que pidió a los propios ciudadanos que denuncien cuando observen que se producen este tipo de actos. Guarido puso además como ejemplo de estos comportamientos incívicos las pintadas en la pasarela del Puente de Hierro antes incluso de que concluyeran las obras de reparación y mantenimiento, o los nuevos contenedores instalados durante los últimos días y que ya han aparecido pintados en algunos lugares del barrio del a Horta.

Entre los elementos que en mayor medida sufren las consecuencias del vandalismo destacan los contenedores y papeleras, cuya reposición tiene un coste de alrededor de 46.000 euros para las arcas municipales, seguido de los parques infantiles, con unos 20.00 euros de coste, las pintadas en fachadas con 10.000 euros, las instalaciones deportiva con 6.000 euros, y otros elementos como la rotura permanente de cristales en las pistas de pádel del centro Deportivo y Cultural, cuya rotura no es fortuita.