Carta abierta a los zamoranos de Rubén Lobato, el cómico que incendió las redes
El cómico zamorano Rubén Lobato colgaba en el mes de abril en su Instagram un vídeo humorístico sobre la Semana Santa de Zamora. En un primer momento esta publicación pasaba más o menos desapercibida, hasta que hace unos días usuarios de Facebook comenzaban a compartir masivamente su monólogo crítico y estallaba la polémica.
El joven se había tomado con bastante tranquilidad las críticas y los insultos que recibía a diario estos días en su propia cuenta de Instagram. Pero hoy Rubén Lobato ha querido dirigirse a los zamoranos, también desde su cuenta de Instagram para zanjar el asunto.
Este es el comunicado completo:
Hola, soy yo, el zamorano que decís no es zamorano, el semanasantero que decís no es semana santero, el cómico que decís no es cómico.
Entre los muchos mensajes de ánimo que me han mandado era recurrente la frase: “la gente no tiene sentido del humor”. Agradezco el apoyo pero permítanme una pequeña corrección porque yo no me he cuestionado ni un solo minuto el sentido del humor de los zamoranos.
Pensaréis que después de insultos y amenazas de muerte hay algo de razón en que el chiste “no entró” pero las matemáticas me avalan. Esos insultos y amenazas son un porcentaje tan ridículo que ninguna ciencia se los tomaría en serio. En ningún bar de los que actúo un porcentaje tan pequeño de silencio sería capaz de sonar más alto que las carcajadas.
En cambio el apoyo ha sido masivo, si es que “masivo” se puede aplicar a nuestra pequeña ciudad, y no dejo de recibir mensajes y chistes de todos aquellos a los que he caído en gracia. Vosotros, siempre en mi equipo.
Los más avispados estaréis pensando que falta todavía un tipo de “espectador” en todo este asunto. Exacto: el que no se ha reído. Esa persona que no se ha reído al ver mi vídeo y ha optado por hacer lo que cualquiera aceptaría como lógico: no dar like, no hacerme follow y seguir su vida sin más. Eso es también sentido del humor, saber que un chiste que no te gusta no es más que eso: un chiste. Y si alguien piensa por un chiste que en Zamora la gente no sabe leer, el único analfabeto es el que ha pensado, por un chiste, que en Zamora la gente no sabe leer.
Por esta razón no me he cuestionado ni un solo minuto el sentido del humor de los habitantes de Zamora. De hecho, el sentido del humor en Zamora está en plena forma y yo, por lo que me ha tocado, lo agradezco y me enorgullezco de ello.
Gracias, Zamora, por reír.