Marina Álvarez Riego, candidata a la Cofradía de la Esperanza de Zamora

Marina Álvarez Riego procesiona desde hace casi 50 años con la Virgen de la Esperanza y es mayordoma desde 2012. Ha llegado el momento de dar un paso al frente y presenta su candidatura, “con mucha ilusión y ganas de trabajar y después de tantos años”, a presidir la Cofradía de la Esperanza, una de las de mayor tradición de la Semana Santa de Zamora.

“He vivido la transformación de esta cofradía desde sus orígenes como sección de Damas hasta como la conocemos en la actualidad, una cofradía, como no podría ser de otra manera en la sociedad del siglo XXI”, explica la candidata a la próxima elección, que tendrá lugar el 17 de diciembre, domingo.

La zamorana dirige una carta a los integrantes de la cofradía explicando su proyecto para los próximos cuatro años, para el que contará con una junta directiva “fuerte” formada por personas “comprometidas, algunos con una larga trayectoria y otros jóvenes con nuevas inquietudes”.  Álvarez Riego pretende que este órgano sea más participativo y promete que estudiará todas las sugerencias y propuestas de cualquier cofrade.

Respecto al recorrido de la procesión, plantea mantener en términos generales el itinerario actual y potenciar momentos clave como la recepción de la Virgen a Cabañales; además, espera dar a la Cofradía “su sitio en la Semana Santa”, realzando el desfile y llegando incluso fuera de las fronteras de Zamora, así como potenciar la página web y las redes sociales.

Pero el proyecto de cofradía no se queda ahí. La candidata quiere promover, tal y como indican los estatutos, los valores espirituales y culturales de la comunidad, y para ello se iniciarán contacto con los más jóvenes.

Una administración más ágil y eficiente y crear una aplicación online son otros de los proyectos, en un proyecto de modernización que incluye también el derecho al voto a distancia o por correo, que en la actualidad no existe, lo que perjudica a hermanos que residen fuera de la provincia.

Asimismo, se compromete a aumentar el patrimonio de la cofradía con una cruz guía, unos ciriales o cualquier otra ornamentación que se vea necesaria para el realce del desfile procesional. Finalmente, promocionará una obra social “amplia” que llegue a todos aquellos que no puedan afrontar los gastos esenciales de las familias así como el fomento de los comedores sociales, además de crear el Armario de la Esperanza para poder prestar trajes y abrigos en edad infantil.