Todo el mundo se pregunta cómo es posible que cinco perros de pastoreo destrozaran a la joven Arancha Corcero Girón cuando paseaba por un camino de concentración parcelaria entre su pueblo, Roales del Pan, y La Hiniesta. Un ataque salvaje, completamente desmesurado, y por el que el dueño de los canes, un pastor vecino de La Hiniesta, está siendo investigado por homicidio imprudente.
Un suceso que ha conmocionado a España por la gravedad de los hechos y lo insólito del ataque mortal. Pero para algunos de los vecinos de la zona era la crónica de una desgracia anunciada. EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León ha podido hablar en exclusiva con un vecino y deportista habitual de La Hiniesta. Este prefiere mantener el anonimato, por miedo a las posibles represalias "en un pueblo tan pequeño".
Él lleva dos años practicando marcha por los mismos caminos que habitualmente transitaba Arancha. Se conocían de encontrarse en estas zonas rurales y la recuerda muy bien porque su forma de hacer deporte "llamaba mucho la atención". La enfermera de 27 años practicaba 'power walking', una técnica que consiste en llevar una velocidad bastante elevada, con grandes zancadas y un movimiento de brazos enérgico de arriba abajo.
Por ello, Arancha guardaba una excelente forma física y era capaz de recorrer grandes distancias en muy poco tiempo. El terreno donde ocurrió el desgraciado suceso presenta unas grandes cuestas, en terreno pedregoso y estos días algo embarrado. Pero este vecino de La Hiniesta recuerda que Arancha llevaba una velocidad admirable. "Si yo camino sobre 8 minutos 45 segundos el kilómetro caminando, ella alcanzaba seguro los 7 minutos 40 segundos, por lo que podía recorrer la distancia del pueblo a donde sucedió en poco tiempo", detalla.
Así que no es de extrañar que se quedara en shock tras conocer la noticia. Este vecino recuerda perfectamente que se habían encontrado el pasado domingo cuando ella iba corriendo. Ya que también practicaba running por estas mismas zonas rurales.
Mientras el alcalde de Roales del Pan, David García, aseguraba el martes no tener "constancia oficial" de otros sucesos ocurridos con estos animales, este vecino asegura que eran viejos conocidos para quienes practican deporte en la zona. "Somos siete u ocho personas los que usamos esos caminos a diario para correr, andar o ir en bicicleta", detalla. Todos ellos discurren por rutas muy similares y todos tienen recuerdo de haber vivido un mal momento con estos perros.
"Me compré un bastón de senderismo"
Este vecino recuerda perfectamente la primera vez que fue rodeado por los perros de Pedro, que así se llama el pastor de 55 años investigado. "Me encontraba a 500 metros de ellos y vinieron a toda velocidad a por mí. Me quedé aterrorizado porque me rodearon, enseñando los dientes y babeando", explica.
En aquella ocasión, los perros de este pastor no pasaron de la amenaza, pero el incidente dejó marcado a este vecino que acabó comprando un bastón de senderismo. "Lo llevo atado con un mosquetón a la mochila. Para nada con la intención de hacerles ningún daño, sino para poder marcar distancia con ellos y que me dejen pasar", precisa.
Este vecino especula que, como le había ocurrido a él y como la propia joven precisó a su madre durante su última llamada, esta jauría fuera ferozmente hacia ella, se asustara e hiciera el amago de correr. Algo que "por supuesto no justifica de ningún modo lo que le pasó", añade. Es más, este vecino tiene claro que "estábamos condenados cualquiera de los que paseamos por allí y le ha tocado a Arancha".
Y es que no son pocos los deportistas de la zona que han tenido un susto con esta manada de mastines y carea leonés, que en total sumaban siete ejemplares (cinco adultos y dos cachorros), según precisaba ayer la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones. "Mi vecino de aquí al lado ha ido con la bici y también se ha tenido que bajar de ella para usarla como escudo para alejarlos", detalla.
Lo mismo ha ocurrido con motos o quads, con los que estos animales se han cruzado en varios puntos del entorno. Porque resulta que este pastor tiene hasta cuatro terrenos donde lleva a pasar a su ganado, con los correspondientes perros. Todos ellos en zonas donde vecinos practican deporte o pasean habitualmente. Allá donde va, Pedro se lleva una pequeña caravana, que el lunes de los hechos estaba aparcada en la zona donde Arancha fue asesinada y que aún continúa en el lugar.
Pero esto no significa que el pastor, al menos, pase las horas de trabajo en esta rulote, cerca del ganado. Este vecino asegura que "el 80% de las veces no está allí. Si me los he encontrado 200 veces, te prometo que 180 de ellas, los animales estaban completamente solos". Como vecinos del mismo municipio, donde apenas residen 300 habitantes, ha visto habitualmente como Pedro vuelve al pueblo tras dejar el ganado en sus terrenos.
"Siempre voy vigilante"
Tal es el miedo de este vecino a los perros del pastor que "siempre voy vigilante" al lugar donde este hubiera llevado el ganado. De este modo, modificaba su ruta deportiva dependiendo de dónde estuviera Pedro con sus perros. "Si veía la caravana de lejos, cambiaba de camino, y ya sabía que durante unos días iba a estar ahí y no en otro sitio", especifica.
Tras lo sucedido, este vecino se lamenta enormemente de no haber denunciado directamente a la Guardia Civil los encontronazos con la jauría. Aunque sí explica que trasladó sus temores a otros vecinos, al alcalde de La Hiniesta, Ricardo Casas, como también hicieron otros habitantes del pueblo. "Todos en el pueblo sabían que eran agresivos. Pero como suele ocurrir en sitios como estos, se le restó importancia, diciendo que era habitual que los perros de pastoreo se pongan alerta", explica.
Este periódico se ha puesto en contacto con el alcalde de La Hiniesta, Ricardo Casas, y ha asegurado que "jamás he recibido ningún tipo de queja formal, escrita o verbal" al Ayuntamiento en referencia a estos canes. Por lo que niega tajantemente las informaciones que aseguran que el Consistorio tuviera conocimiento de otros incidentes con los perros de Pedro.
Sobre los animales, que se encuentran actualmente en cuarentena a la espera de tomar una decisión sobre ellos, este vecino asegura que actúan y se sobresaltan "ante cualquier estímulo. No es que estén vigilando el ganado, es que van a por todo". Eso sí, las escasas veces que este vecino ha visto a Pedro con sus perros, "han atendido a sus silbidos a la primera y le han obedecido".
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