Centenares de estrellas del cine, cantantes, artistas, políticos y personalidades de todo tipo se daban cita el pasado sábado 10 de febrero en Valladolid para celebrar la 38 edición de los Premios Goya. Un evento donde J.A. Bayona fue el triunfador absoluto de la noche con doce estatuillas, incluida la de mejor director y mejor película.
Una noche para la reivindicación, para el homenaje a los artistas que nos han dejado, para reconocer el arte y, como no, para lucirse. Para el recuerdo quedará ya el precioso vestido floral de Chanel lucido por Penélope Cruz o el elegante vestido en verde esmeralda de Sigourney Weaver, ganadora del Goya internacional y que levantó el aplauso unánime del público al acordase de la actriz de doblaje que ha puesto su voz en castellano en 30 de sus películas, María Luisa Solà.
Y mientras ellas han elegido a diseñadores extranjeros, muchas otras de las invitadas a la noche del cine español prefirieron vestir de diseñadores españoles. Y más concretamente de corte zamorano. Ainhoa Salcedo, la diseñadora vallisoletana, pero con orígenes zamoranos y que desarrolla su actividad entre ambas provincias, ha tenido un papel protagonista en varios momentos de la noche de los Goya vistiendo a varias invitadas a los Goya, incluso, a las presentadoras de la ceremonia previa a los Goya, que calentó motores para el esperado momento y que tuvo un marcado acento vallisoletano.
La diseñadora fue la encargada de hacer lucir como auténticas princesas a las conductoras de este evento, actrices de Valquiria Teatro y que tuvo como amenizadores de excepción a Lady Veneno y el Trío Caracol, quienes ofrecieron a los invitados un divertido y emotivo espectáculo en el que no faltó la música, el humor y un recuerdo a la gran Concha Velasco.
Así, María Negro y Alba Frechilla lucieron unos preciosos vestidos de color morado pucelano, con bordado carbajalino, técnica ancestral de Carbajales de Alba, de donde es originaria la familia de Ainhoa Salcedo. Y es que la diseñadora lleva con gran orgullo sus orígenes carbajalinos y tiene el exclusivo honor de poder utilizar estos patrones tradicionales zamoranos en sus creaciones.
Cabe recordar que la diseñadora tiene una espectacular línea de vestidos de novia con bordados carbajalinos a la que puso el nombre de Arbolina, como se llama su abuela y que es un nombre muy típico de la zona.
Además, la drag Lady Veneno vistó un impresionante vestido blanco y negro, con lazo y pequeño bordado de la colección de alta costura de Ainhoa Salcedo; y posteriormente un negro con flecos y lentejuelas para el cocktail y la fiesta de después también de su línea.