La increíble joya medieval de Zamora, en busca de dueño para no desaparecer

El Ayuntamiento de Losacino ha iniciado un expediente para buscar al dueño del Castillo de Alba de Aliste, la joya histórica más importante de la zona.

El alcalde de la localidad, Óscar Fernández, ha afirmado que "la intención es que el castillo no siga en el estado de abandono en el que se encuentra", ya que actualmente está dentro de la lista roja de patrimonio. 

El objetivo de esta investigación "es buscar la titularidad del mismo y, en caso de que no aparezca, la asumirá el Ayuntamiento", ha expresado Óscar, ya que esto es un requisito imprescindible para "poder solicitar diferentes ayudas de las administraciones para su conservación". Si bien desde el ayuntamiento no han querido desvelar el proceso que se seguirá para encontrar al dueño.

Este monumento fue declarado Bien de Interés Cultural en 1949, y el deterioro que hay en este monumento es evidente. Por ello, el ayuntamiento cree que "es una joya poco valorada que no se encuentra en todos los pueblos". Además, el alcalde ha añadido que "pocos pueblos tienen dos BIC como nosotros, que contamos con el Castillo de Alba de Aliste y la iglesia de Santa Eulalia en Muga de Alba". 

Con el inicio del expediente, el Ayuntamiento de Losacino quiere "poner en valor el monumento", y también poder "atraer turismo a la Tierra de Alba ya que es una olvidada".

Historia del Castillo de Alba de Aliste

El Castillo de Alba de Aliste data de mediados del siglo X. Los primeros dueños de los que existen registros de este castillo eran García López y Pedro Fernández de Castro. A lo largo de siglo XII el castillo sufrió diversas modificaciones. Durante las guerras de España y Portugal tuvo un papel crucial, ya que se utilizó como símbolo de lealtad y alianza tanto con el reino portugués, como con el reino de Castilla.

En el año 1220, el castillo fue cedido a la Orden de los Caballeros Templarios, cuyo control perduró hasta 1310. Cuando paso a posesión D. Alonso Enríquez, almirante de Castilla, cuyo hijo, Enrique, obtuvo el título de Conde de Alba en el año 1459. Por ello, recibe el nombre este castillo.