El incendio originado en Trabazos ha sido el más grave ocurrido este verano en Zamora. La provincia volvía a estremecerse por otro virulento fuego que, a causa del viento, comenzó a ganar terreno en apenas unas horas, alcanzando el nivel 2 de alerta de la Junta de Castilla y León. 

El fuego se declaraba a las 17.10 horas del pasado sábado, 17 de agosto, y desde el primer momento "la respuesta contundente" ha sido clave para contener las llamas, que amenazaban con volver a provocar una desgracia medioambiental. Y es que tras el inicio del incendio, del cual se han detectado dos focos, el viento que se levantó en la zona provocó la expansión del mismo rápidamente. 

Por eso, los miembros del Plan de Protección Civil ante Emergencias por Incendios Forestales en Castilla y León activaron un "ataque contundente desde el minuto uno", que contuvieron un incendio que pudo ser mucho mayor. Así lo explica Andrés Castaño, guarda mayor de la zona y quien indica que se mandaron medios "de toda la provincia" de Zamora, así como de Castilla y León y Portugal. 

Andrés Castaño responde a aquellos que se preguntan por qué se moviliza "a un montón de medios para un incendio tan pequeño". El guarda mayor justifica que "nunca sabemos en qué se va a quedar" un fuego, así que "desde un principio" se ataca "con tantísimos medios". Cabe recordar que fue necesaria la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y hasta 97 medios, con más de 150 efectivos, de diferente índole. Algo que, en este caso, ha sido vital para conseguir que el incendio se haya rebajado a nivel 0 en apenas 48 horas de trabajo.

Aún así, las llamas han arrasado cerca de 300 hectáreas, fundamentalmente de arbolado, provocó el corte de la N-122 y el desalojo de la localidad de Sejas de Aliste, con 150 vecinos. Y la nota más triste, el fallecimiento de un hombre de 65 años, que sufrió un ataque cardíaco mientras salía del pueblo en coche junto a su hija.