Uno de cada cinco niños en el mundo carece de agua suficiente para cubrir sus necesidades diarias
En todo el mundo, más de 1.420 millones de personas, incluidos 450 millones de niños, viven en zonas donde la vulnerabilidad hídrica es alta o extremadamente alta, según un nuevo análisis publicado por UNICEF. Esto significa que 1 de cada 5 niños en el mundo carece de agua suficiente para sus necesidades diarias.
El análisis, que forma parte de la iniciativa Water Security for All (Seguridad hídrica para todos), identifica las zonas donde los riesgos de que se produzca una escasez física de agua se combinan con unos niveles deficientes de los servicios de agua. Las comunidades que viven en estas zonas dependen de aguas superficiales, fuentes no mejoradas o fuentes de agua que se encuentran a más de 30 minutos de distancia de sus viviendas.
“La crisis mundial del agua no está simplemente por llegar, ya está aquí, y el cambio climático no hará más que empeorarla”, asegura la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. “Los niños son las mayores víctimas. Cuando los pozos se secan, los niños son los que faltan a la escuela para ir a buscar agua. Cuando las sequías disminuyen el suministro de alimentos, los niños sufren desnutrición y retraso en el crecimiento. Cuando hay inundaciones, los niños contraen enfermedades transmitidas por el agua. Y cuando los recursos hídricos disminuyen, los niños no pueden lavarse las manos para combatir las enfermedades”.
Los datos muestran que los niños de más de 80 países viven en zonas donde la vulnerabilidad hídrica es alta o extremadamente alta. En África Oriental y Meridional se registra la mayor proporción de niños que viven en estas zonas, ya que más de la mitad –el 58%– tienen dificultades para acceder a una cantidad suficiente de agua cada día. Le siguen África Occidental y Central (31%), Asia Meridional (25%) y Oriente Medio (23%). En Asia Meridional se encuentra el mayor número de niños que viven en zonas donde la vulnerabilidad hídrica es alta o extremadamente alta: más de 155 millones de niños.
Los niños de 37 países en situación especialmente sensible se enfrentan a circunstancias especialmente graves en términos de cifras absolutas y proporción de niños afectados; es a estos lugares donde se deben dirigir los recursos mundiales, el apoyo y las acciones urgentes. Esta lista incluye Afganistán, Burkina Faso, Etiopía, Haití, India, Kenia, Níger, Nigeria, Pakistán, Papúa Nueva Guinea, Sudán, Tanzania y Yemen.
and where global resources, support and urgent action must be mobilized.
La demanda de agua sigue aumentando drásticamente mientras que los recursos disminuyen. Además del rápido crecimiento de la población, la urbanización, el uso y la gestión deficientes del agua, el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos reducen las cantidades disponibles de agua potable, exacerbando el estrés hídrico. Según un informe de UNICEF de 2017, casi 1 de cada 4 niños a nivel mundial vivirá para 2040 en zonas donde el estrés hídrico será extremadamente alto.
Aunque todo el mundo siente las repercusiones de la escasez de agua, nadie la sufre más que los niños más vulnerables. Los niños y las familias que viven en comunidades vulnerables se enfrentan al arma de doble filo que supone tener que hacer frente a altos niveles de escasez de agua y a la vez recibir los servicios de agua más deficientes, lo que hace que el acceso a una cantidad suficiente de agua sea especialmente sensible a perturbaciones climáticas y eventos extremos.
En respuesta, UNICEF ha presentado la iniciativa Water Security for All para garantizar que todos los niños tengan acceso a servicios de agua sostenibles y resilientes al clima. La iniciativa pretende movilizar recursos, alianzas, medidas de innovación y respuestas globales destinados a los lugares identificados como especialmente sensibles; donde la necesidad de servicios de agua, saneamiento e higiene seguros, resistentes y sostenibles es mayor y más urgente.
UNICEF está trabajando para proporcionar:
1. Servicios de agua potable seguros y asequibles: acceso a servicios de agua seguros y asequibles que sean sostenibles, estén cerca de los hogares y se gestionen profesionalmente.
2. Comunidades y servicios de agua, saneamiento e higiene resilientes al clima: servicios de agua, saneamiento e higiene que resistan las perturbaciones climáticas, que funcionen con fuentes de energía de baja emisión de carbono y que fortalezcan la resiliencia y la capacidad de adaptación de las comunidades.
3. Actuación temprana para prevenir la escasez de agua: evaluaciones de recursos, extracción sostenible de agua, uso eficiente y medidas de alerta y prevención temprana.
4. Cooperación en materia de agua en favor de la paz y la estabilidad: apoyo a las comunidades y a las principales partes interesadas para que la gestión equitativa de los servicios de agua, saneamiento e higiene aumente la cohesión social, la estabilidad política y la paz; y en las zonas de conflicto, para prevenir los ataques a las infraestructuras y al personal encargado del agua y el saneamiento.
“Tenemos que actuar ahora tanto para abordar la crisis del agua como para evitar que se agrave”, declara Fore. “Solo podemos lograr seguridad hídrica para todos los niños mediante la innovación, la inversión y la colaboración, y garantizando que los servicios sean sostenibles y resistentes a las perturbaciones climáticas. Por nuestros hijos y nuestro planeta, tenemos que actuar”.