La herencia de Ábalos: 30 nuevos kilómetros de autovías casi listos para su apertura en Castilla y León
J.A. / ICAL
La nueva ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, recibe en herencia de su antecesor José Luis Ábalos unos 30 kilómetros de nuevos tramos de autovías de Castilla y León casi listos para ser inaugurados en los próximos meses. Se trata de uno de la Autovía del Duero (A-11) en Soria, otro de la A-73 (Burgos-Aguilar), así como la conexión en Salamanca con la red portuguesa de la Autovía de Castilla (A-62).
También, Raquel Sánchez tendrá la oportunidad de poner en servicio el tramo de Alta Velocidad entre Venta de Baños (Palencia) y Burgos, que podría estrenarse a finales del primer trimestre de 2022, como la Variante de Pajares entre León y Asturias, que entrará en pruebas este año para abrirse al tráfico en diciembre de 2022. Además, tendrá que hacer frente a los tramos pendientes de ejecución de la A-11 en Soria, Burgos, Valladolid y Zamora o de la A-60, entre las capitales leonesa y vallisoletana.
Por un lado, Transportes ya ha puesto fecha, en otoño, para la apertura al tráfico de los 12,16 kilómetros del tramo Báscones de Valdivia (Palencia)-Pedrosa de Valdelucio (Burgos) de la A-73, que acortará la conexión entre el este Castilla y León y Cantabria. El grado de ejecución supera el 75 por ciento, sobre un presupuesto vigente de 50,2 millones de euros. Estas obras, que se contrataron en 33,4 millones en mayo de 2009, pero se paralizaron y no se reanudaron hasta 2017, tenían como fecha de finalización el 30 de septiembre de este año.
En un estado casi similar se encuentra el tramo Venta Nueva-Santiuste, de la A-11, en la provincia de Soria. La ejecución actual es de 67,1 millones, lo que supone el 77 por ciento del presupuesto vigente que asciende a 86,7 millones. Las obras de estos 16 kilómetros se adjudicaron en julio de 2009 en 64,7 millones, con un plazo de ejecución de 38 meses. La crisis paralizó su ejecución, que se retomó en mayo de 2015, hace seis años. Además, los Presupuestos Generales del Estado contemplan para este año un total de 18,43 millones.
Más próxima podría estar la entrada en servicio de los tres kilómetros de la A-62 que conectarán en Fuentes de Oñoro (Salamanca) la red española con la lusa, a partir de la IP-5. Las obras en el lado español terminaron a finales de 2019, pero no se abrieron a la espera de que el país vecino completará los trabajos en su vertiente, con la previsión de que lo hiciera este verano.
Además, la nueva ministra podrá cortar la cinta, también próximamente, de la integración del ferrocarril de León, que estrena nueva estación ampliada. Además en los próximos meses tendrá en sus manos decidir el futuro de la plataforma de Torneros, infraestructura para la que Sepes diseña un proyecto, mientras se trabaja en al electrificación del víal entre Salamanca y Fuentes de Oñoro y se avanza en la mejora de la línea Soria-Torralba y en la bifurcación de Aranda de Duero.
Igualmente, la nueva titular de Transportes se encontrará con los tramos aún sin proyecto de la Autovía entre León y Valladolid, para acometer la construcción de esta vía entre Santas Martas y Villanubla. Además, Raquel Sánchez recibe también en herencia la actualización de la declaración ambiental de los tramos de la A-11 entre Zamora y la frontera portuguesa, así como con la licitación pendiente del vial entre Aranda de Duero y Langa, como en los que ya están aprobados los proyectos.
Ábalos: 64 kilómetros y el AVE a Sanabria
La etapa de José Luis Ábalos en los dos gobiernos socialistas deja como balance la apertura de 64 kilómetros de nuevas autovías entre mediados de 2018 y 2021, así como la puesta en servicio del tramo del AVE entre Zamora y Pedralba de la Pradería, cerca del límite con Orense, del corredor gallego. A todo ello se suma la liberalización de la AP-1 entre Burgos y Armiñón.
En julio de 2018, el exministro presidió el acto de apertura de los 20,3 kilómetros del subtramo Santas Martas-Puente Villarente (León) de la A-60 (León-Valladolid), tras una inversión de 95,61 millones de euros. Unos meses después, a finales de noviembre, concluyeron los trabajos del enlace en la capital leonesa con la N-601 y con la Ronda Sur (LE-30). Además, su departamento aprobó en noviembre los proyectos de construcción de los tramos que unirán las localidades vallisoletanas de Tudela de Duero y Quintanilla de Arriba, lo que supone un avance de casi 35 kilómetros, con un presupuesto de licitación previsto de 240,4 millones de euros.
Además, la liberalización de la AP-1 entre Burgos y Armiñón puso fin a 44 años de una concesión que abrió la puerta en España a la recuperación de vías de alta capacidad por parte del Estado y un debate sobre las fórmulas para financiar su conservación y mantenimiento.
En relación a 2019, Castilla y León estrenó 23,4 kilómetros de cuatro nuevos de tramos de autovías y circunvalaciones urbanas, para lo que fue necesario completar una inversión total de 111,1 millones de euros. En abril se pusieron en servicio los 8,5 kilómetros de la A-11 entre Santiuste y El Burgo de Osma, tras ejecutarse una inversión de 38 millones. Un mes después, en mayo, se abrieron al tráfico otros seis kilómetros en esta autovía, entre La Mallona y Venta Nueva, lo que requirió en total 29,7 millones. Tras el verano, en octubre los conductores pudieron circular por el primer tramo de 7,1 kilómetros de la SG-20, entre la CL-601 y la N-110, en sentido Ávila, y en noviembre, por los 1,8 kilómetros de la A-62 entre Fuentes de Oñoro (Salamanca) y la frontera portuguesa. Ambas obras supusieron un desembolso para el Ministerio de Fomento de 19,6 y 23,8 millones, respectivamente.
En paralelo, el Ministerio de Ábalos adjudicó en septiembre la construcción de la A-11 entre Tudela de Duero y Olivares de Duero, con un montante de 79,1 millones para 20,2 kilómetros. También contrató los trabajos entre Villamayor del Río (Burgos) y Santo Domingo de la Calzada, por 72,4 millones. Además, licitó los trabajos entre Olivares y Quintanilla de Arriba, con un presupuesto de 137 millones, y sacó a información pública la actualización de la declaración ambiental de 71 kilómetros de la A-11 entre Zamora y Portugal (328 millones), el proyecto de la Variante Oeste de Valladolid (53 millones) y la conexión de la A-50 y la A-6 en Ávila (126 millones).
Además, en 2020, el año en el que irrumpió la pandemia del COVID-19, la Autovía del Duero (A-11) sumó en 2020 12,8 kilómetros, la nueva circunvalación de Segovia (SG-20) se cerró con la apertura del segundo tramo de 8,4 kilómetros y la alta velocidad alcanzó la comarca de Sanabria (Zamora) al abrirse unos 100 kilómetros de la Línea Madrid-Galicia. También, se adjudicaron en agosto las obras entre Olivares y Quintanilla de Arriba por 97,99 millones.