Es la preocupación de todos los conductores. La etiqueta que permitirá entrar o no a su vehículo a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) de las grandes ciudades. Y aunque las elecciones del 28-M han provocado que muchos ayuntamientos pospongan las sanciones (no está bien visto multar en tiempo de votar), pronto será una realidad con multas, desde el 1 de enero de 2024. Pues bien, esta ley que procede del cambio climático establece que las ciudades de más de 50.000 habitantes deben tener zonas de bajas emisiones, pero las urbes de la provincia aún se están adaptando.
Las nueve grandes ciudades de la provincia aglutinaban al cierre del 2022 un total de 505.065 vehículos (solo incluimos turismos) sin etiqueta medioambiental, lo que supone el 36,8% de los vehículos de toda la Comunidad, según datos facilitados a este medio por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC). Los que no tienen estos distintivos no pueden acceder a las ZBE de ciudades como Barcelona y Madrid. Y ojo, porque Castilla y León es la segunda autonomía con el dato más elevado. Solo Extremadura con un 37,45% tiene un porcentaje más elevado de coches sin distintivo. Por detrás, le sigue Galicia con un 36,58% y Castilla La Mancha con un 36,43%. La Comunidad de Madrid, con sus estrictas normas, es donde menos coches sin etiquetas hay con un 21,8%.
Hay que recordar que el etiquetado contempla cuatro categorías, es decir, cuatro etiquetas diferentes. La 0 emisiones es la de los vehículos más eficientes y es para los eléctricos. La siguiente es la eco, que engloba vehículos híbridos, de gas o ambos. La C reconoce a los vehículos de combustión (diésel o gasolina) que cumplen con las últimas emisiones euro, es decir son matriculados después de enero de 2006, y los de diésel matriculados después de enero de 2015. Finalmente, la B corresponde a aquellos diésel o gasolina antiguos (matriculados desde enero de 2001, y los de diésel matriculados a partir de enero de 2006). Pues bien, cada ciudad está imponiendo sus normas, pero con estas reglas hay que jugar. Y lo que está claro es que los coches de gasolina anteriores a 2001 y los de gasoil anteriores a 2006, son considerados como muy contaminantes y no pueden portar etiqueta de la DGT. es decir, no podrán entrar en el juego de las ZBE.
Estas zonas deben tenerlas aquellas ciudades que tengan más de 50.000 habitantes, lo que incluye en la lista a un total de 149 municipios. Y no solo eso, también se aplica a aquellos que tengan más de 20.000 habitantes que superen los valores límite de los contaminantes regulados en el Real Decreto de la calidad del aire
Y es que el parque automóvil de Castilla y León está pidiendo un rejuvenecimiento. Según Círculo Neutral in Motion (NIM), que engloba a las principales asociaciones de automoción y vehículos de España (AEDIVE, AER, ANESDOR, ANFAC, ASCABUS, FACONAUTO, FENEVAL, GANVAM y SERNAUTO), incide en la necesidad de rejuvenecimiento del parque automovilístico español, sobre todo de turismos y todoterrenos ya que tiene una edad media en 15,7 años, la que más de España, donde la media se sitúa en 13,9 años. Como dato, la media de la Unión Europa es de 12 años. La Comunidad de Madrid con 11,4 es el parque más joven, seguido de Cataluña con 13,4 y la Comunidad Valenciana con 13,6.
[Faconauto, sobre las ZBE en Castilla y León: "La sociedad no está preparada para este cambio"]
Aunque van aumentando las matriculaciones de vehículos Cero y Eco, en el conjunto del parque su peso es todavía muy pequeño, por lo que su impacto en la descarbonización y la calidad del aire es poco significativo.
Por provincias
Atendiendo a esta estadística, Castilla y León, a cierre de 2022, registraba 1.369.656 vehículos, de los que 505.065 (36,8%) no lucían distintivo. Así, el 33,7,2% tienen etiqueta C, es decir, 363.789; el 32,9 %, B; que son 461.603. Solo un 0,37%, en concreto 5.141 tienen etiqueta 0, y 34.058 (34.058) son ECO.
En Ávila son 34.557 los coches sin etiqueta del 89.355 totales. De los cuales 290 son 0, 2.066 son ECO, 21.791 son de etiqueta C y 30.651 de B. Por su parte, en Burgos, 839 llevan el distintivo 0, 5.199 el ECO, 57.047 el C, y el B son 67.166. Mientras que son 68.037, un 34,3%, los que no tienen ninguna.
Por su parte, León es la provincia que más coches sin etiqueta tiene, un total de 105.892 de los 267.689. Los coches 0 son 907, los Eco 6.688, la etiqueta C son 68.969 y B, 85233.
En Palencia, hay 38.389 sin etiqueta de los 96.759 en total. 272 tiene etiqueta 0, 1971 son de Eco, 24,177 de C y 31.950 de B. Salamanca tiene en activo 185.557 automóviles, de los que 69.101 no tienen adhesivo, 65.705 tienen la B, 45.983 la C, mientras que 4105 y 663 son Eco y O, respectivamente.
91.884 vehículos hay censados en Segovia, de los que 34.558, un 37,6%, no tienen etiqueta. 31.875 tienen la B, 22.965 la B, mientras que 316 son 0 y 2.170, la ECO. Por su parte, Soria cuenta con 52.958 censados, la que menos de toda la Comunidad, con 171 que son 0, 1.081 son ECO, 13.815 llevan la etiqueta C y 17.122 la B. Así, 20.769 no llevan etiqueta y por lo tanto no podrán entrar en las zonas de bajas emisiones.
Valladolid es la ciudad que más vehículos tiene en sus calles con 282.368, pues bien, 89.091 no tienen etiqueta, 96.981 la tienen B, 85.965 es C, mientras que 8.905 es ECO y 1.426 es 0. Por último, Zamora cuenta con 104.798 de los que 44.671 no podrán entrar en ZBE, 34.920 y 23.077 lo harán con dificultad al ser B y C, respectivamente. Mientras que 1.873 son ECO y 257 etiqueta 0.
Depende de la ciudad
Las ZBE dependerán de las normas de cada municipio. Por ejemplo, un coche con etiqueta B puede acceder a la ZBE de Madrid, pero deberá cumplir unas condiciones si quiere entrar a una de las zonas de especial protección, como la de Distrito Centro, basadas en franjas horarias de acceso, estacionar en un parking, tener el vehículo empadronado. Además, los vehículos de servicios públicos básicos como emergencias y servicios de basuras puedan acceder a ellas a pesar de ser contaminantes. Habrá que irse preparando para 2024.