Estado en el que ha quedado el vehículo tras un accidente en el que ha muerto un hombre en la A-1 en Burgos

Estado en el que ha quedado el vehículo tras un accidente en el que ha muerto un hombre en la A-1 en Burgos @BomberosBurgos

Sociedad

Las carreteras de Castilla y León, una trampa mortal por la noche: 10.971 accidentes y más de 500 muertos en 10 años

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La somnolencia, los deslumbramientos, la conocida 'hipnosis de la carretera' o las imprudencias han convertido la conducción nocturna en un riesgo extremo en Castilla y León. En el periodo de 2013 a 2023 se han registrado 10.971 accidentes por la noche en los que han fallecido más de 500 personas.

Unas cifras que para los expertos no son casualidad. Y es que durante la conducción por la noche el campo de visión se reduce un 20%, afectando a la estimación de la velocidad, la identificación de señales y a la visión periférica y de profundidad.

A esto se le suman otros factores como los deslumbramientos, que pueden provocar ceguera durante varios metros, la somnolencia y la hipnosis de la carretera, que causa una mecanización del proceso y ralentiza la actividad cerebral.

Pese a que este tipo de siniestro aportan un tercio del total de fallecidos en la carretera, su letalidad es mucho más elevada que los que se producen por el día, ya que, en proporción, registran un 55% más de muertos que los que ocurren de día (1,7% frente al 1,1%) y un 10,5% más de heridos graves (7,4% frente al 6,7%).

Estas son algunas de las conclusiones del informe 'Conducción nocturna: riesgo, accidentabilidad y percepción de los conductores españoles (2013-2023)', obra de la Fundación Línea Directa en colaboración con Fesvial.

Según la directora general de la Fundación Línea Directa, Mar Garre, la conducción nocturna tiene "muchos más riesgos" y, por ello es "preciso ser extremadamente prudentes si tenemos que ponernos al volante de noche".

Además, apunta que "medidas tan sencillas" como llevar las lunas limpias y en buen estado, los faros bien reglados o desviar un poco la mirada en caso de deslumbramiento o descansar regularmente, pueden "ayudarnos a evitar riesgos innecesario".

Según el estudio, la víctima más habitual en España en este tipo de siniestros es un hombre en el 75% de los casos, de unos 38 años y con casi 20 años de experiencia al volante.

El vehículo más recurrente en estos accidentes es un turismo, presente en el 78% de los accidentes nocturnos, que suelen sucederse en zona urbana. Sin embargo, los siniestros en zona interurbana son, generalmente, muchos más letales por los distintos factores, entre los que se destaca la velocidad.

Atendiendo a la franja temporal, los accidentes nocturnos suelen ocurrir al inicio de la noche, antes de las 00:00 horas, en un 54% de los casos, aunque también repuntan al final de la misma, a partir de las 06:00 horas, con un 22%.

Sin embargo, proporcionalmente, los más letales ocurren entre las 03:00 y las 05:00 horas. Respecto al día de la semana, los más críticos son los viernes y sábados, 16% en sendos casos, mientras que los meses con más frecuencia son noviembre y diciembre (14%).

El tipo de accidentes más comunes son la colisión frontolateral (20%), el alcance (17%) y el atropello (12%). A su vez, los más graves son los despeñamientos, los choques frontales y los atropellos.

Las víctimas más comunes son los conductores, seguidos por los pasajeros y los peatones. No obstante, las cifras de letalidad son muy distantes entre ellos. Para los peatones alcanza el 4,2% de las víctimas en los accidentes por la noche, frente al 1,6% de los conductores y el 1% de los pasajeros.

Castilla y León (4,1%) se encuentra entre las regiones con una proporción más alta de accidentes nocturnos, solo por detrás de comunidades como Navarra (5,8%) y Castilla-La Mancha (5,1%).