Inversión de 6,6 millones de euros para la adquisición de material de protección contra el coronavirus
La Junta de Castilla y León ha comunicado este jueves, en Consejo de Gobierno, varias resoluciones por las que se declara de emergencia la contratación de distintos servicios y suministros para la lucha contra la COVID-19, con destino a la Gerencia Regional de Salud. Todo ello con un presupuesto global de 6.607.055 euros.
El carácter altamente infeccioso del virus ha aumentado exponencialmente la demanda asistencial y, como consecuencia de ello, ha resultado necesario, durante el tiempo de pandemia, dar respuesta a las necesidades de los pacientes, adaptar los espacios destinados a su atención, arbitrar los medios necesarios para organizar a los profesionales de forma eficiente y dotar a los lugares utilizados para aumentar la respuesta asistencial de los servicios.
Con la partida económica mencionada se han comprado Equipos de Protección Individual (EPI) como mascarillas FFP2, mascarillas quirúrgicas o guantes de nitrilo, así como material sanitario diverso como, por ejemplo, kits de diagnóstico RNA de Covid-19, analizadores, test de detección rápida de anticuerpos o escobillones y torundas con medio de transporte.
Asimismo, se ha contratado el suministro de medios de desinfección tales como soluciones hidroalcohólicas y se han adquirido elementos informáticos necesarios para el trabajo realizado por los profesionales de la Gerencia Regional de Salud durante la pandemia: ordenadores personales y portátiles, conmutadores de red de área local, servidores de integración o licencias, entre otros. Gracias a este material, se han podido ampliar las consultas médicas y de enfermería del Plan de desescalada de Castilla y León, así como los sistemas de información clínica de cuidado intensivos.
Por último, se ha comunicado el contrato del servicio de transporte y logística necesario para poder garantizar, en todo momento, el adecuado almacenamiento, reparto, distribución y recepción en los centros asistenciales del material sanitario necesario para luchar contra la COVID-19, especialmente en caso de posibles rebrotes.