Un gran problema que cada vez está más cerca de convertirse en realidad. Casi 1.700 de los médicos de familia de Castilla y León se jubilarán en la próxima década y no hay relevo suficiente, así lo advierte la consejera de Sanidad, Verónica Casado. Si no se toman medidas, en los próximos cinco años saldrán del sistema casi 1.000 profesionales. “Sabemos que hay un problema, pero vamos a trabajar para revertir la situación. Estamos analizando cada zona para garantizar la asistencia. Para que cada ciudadano de Castilla y León tenga su médico y enfermera asignada”.

Los números que ofrece la consejera es que este año se jubilan en la región 203 médicos de familia, 247 el que viene, 261 será en 2023, al año siguiente, 235 y 173 en 2025. Para un total de 1.673. Casado reconoce que hay 18 especialidades que están en “precario” y entre ellas se encuentra Atención Familiar y pediatría.  “Todos los ciudadanos van a tener un médico de familia, que no sea una diferente cada vez. Saber el nombre y sus apellidos”. Y anunció que uno de los objetivos es conseguir que el 20% del presupuesto se dedique a Atención Primaria.

Casado pone dos ejemplos muy claros de lo que quiere que sea esta reorganización y mejora. “Que la persona que tenga un ictus pueda sobrevivir como si es un pueblo perdido o en el centro de la ciudad. Y si un esguince se puede atender en un centro de salud no tiene que llegar a un hospital”.

Por otro lado, a consejera de Sanidad, Verónica Casado, agradeció hoy el trabajo de los profesionales sanitarios y no sanitarios de su departamento ante “la durísima pandemia” que ha condicionado esta legislatura.