Castilla y León

Castilla y León

Sucesos

Una disputa verbal en la terraza de un bar desencadenó el tiroteo de Garrido

El presunto asesino es un vigilante de seguridad que no tenía ningún vínculo previo con las víctimas, de carácter violento y carecía de licencia de armas

1 septiembre, 2021 13:15

Una disputa verbal en la terraza de un bar tras un encuentro fortuito fue el origen del tiroteo que tuvo lugar en la madrugada del pasado 28 de agosto en el barrio Garrido de la capital salmantina, tiroteo que se saldó con el asesinato de un hombre de 53 años y que mantiene ingresada en la UCI del Complejo Asistencial Universitario a la mujer que le acompañaba, de 51 años, según los datos que han aportado hoy en una rueda de prensa la subdelegada del Gobierno en Salamanca, Encarnación Pérez, y el comisario jefe del Cuerpo Nacional de Policía en Salamanca, Luis Carlos Esteban. 

El presunto autor de los hechos, un vigilante jurado de 32 años de edad, ha pasado su primera noche en la cárcel de Topas, después de que el juez decretara en la tarde de este pasado martes su ingreso en prisión sin fianza. Ha pasado la noche tranquila y se le ha aplicado el protocolo antisuicidios, un procedimiento habitual cada vez que se produce un ingreso en prisión.

El relato de los hechos, que fue detallado por la subdelegada y el comisario jefe, pone de manifiesto que esa noche José María -nombre del hombre fallecido en el tioteo- y Belén -la mujer que permanece ingresada en la UCI- estaban sentados en una terraza de un bar del barrio Garrido junto con otra mujer. De manera fortuita, se acercó un individuo que quería entablar conversación con ellos, especialmente con las dos mujeres, aunque su atención se centró especialmente en Belén. Las mujeres rechazaron entablar una conversación con él y, pese a ello, el presunto agresor volvió a intentarlo invitándolas a unas copas, que llevó a la mesa. Fue entonces cuando se origino una disputa verbal, totalmente banal y sin ningún tipo de violencia. 

José María, Belén y su amiga se levantaron de la mesa y se marcharon en dirección al domicilio de esta última para acompañarla. Posteriormente Jose María decidió acompañar a Belén a su casa, pero el autor de los disparos se levantó de la mesa y comenzó a seguirles. De forma totalmente inesperada, sacó la pistola que portaba consigo y comenzó a dispararles. Una vez en el suelo, volvió a disparar para intentar rematarlos y se marcho de allí, quedando José María tendido en el suelo muerto y Belén gravemente herida.

Carácter violento

Según ha indicado el comisario jefe, el presunto autor del tiroteo es un vigilante de seguridad y trabajaba en una empresa, aunque carecía de licencia de armas, como sucede con la mayoría de estos profesionales. Gracias a los datos que aportó un testigo directo del tiroteo, se pudo identificarle y se le detuvo el domingo, hacia las 20:30 horas, en su domicilio. Es una persona que tiene un antecedente policial, que se remonta a su participación en una pelea hace unos diez años. Además, las personas de su entorno destacan de él que tiene un carácter violento.

Por otro lado, otra vecina aseguró a la policía que había visto la noche en la que ocurrió el suceso al presunto agresor deshacerse de varios objetos en un contenedor. Gracias a la colaboración de los servicios municipales de limpieza, se pudo localizar en un vertedero municipal el arma y la camiseta que presuntamente vestía el agresor esa noche y que arrojó también al contenedor. Además, durante el registro de su domicilio se encontró una colección de machetes y armas blancas, asi como cinco cartuchos, que coinciden por su calibre y marca con los casquillos localizados en el lugar donde se produjo el tiroteo. 

Según la investigación, el autor del tiroteo ya portaba la pistola previamente a la disputa en la terraza, pues hay cámaras de seguridad de la zona que atestiguan que ya la llevaba cuando seguía a las víctimas, incluso en una de ellas se ve cómo se levanta la camiseta antes de los disparos y empuña un objeto, que "podría ser perfectamente un arma de fuego".

Tras ello, un testigo, que vio lo sucedido, informó a la policía que el pistolero se había retirado de la zona "con mucha tranquilidad" y que llevaba puesta una ropa que ha coincidido, además de las características físicas, con la que otros testigos afirman que tenía el autor de la disputa en la terraza, quienes también han corroborado que se fue del lugar "a los pocos segundos" de que las dos mujeres y el hombre se levantaran de la terraza.

Igualmente, tras la detención del sospechoso se le realizó la prueba de residuos de disparos, arrojando un resultado positivo, lo que indica, según ha detallado Luis Carlos Esteban, que en un plazo de 24 o 48 horas anteriores a la prueba disparó un arma de fuego. “Con todos estos indicios, que son numerosos y de peso, pasó a disposición judicial para ingresar en prisión preventiva”.


SIguen las pesquisas

Las diligencias siguen abiertas y se centran ahora en el arma y la camiseta. Así, pese a que se encontró con muchos residuos adheridos, se está limpiando minuciosamente la pistola para posteriormente realizarle la prueba de balística y así confirmar si fue el arma del crimen, y se están buscando huellas dactilares y restos de ADN en la camiseta. El comisario ha explicado que se trata de un arma común y se investiga su procedencia. En cambio, la munición usada es "poco común" y no se suele utilizar en España.

El comisario jefe también ha puntualizado que, conforme a los indicios recopilados, no había ningún vínculo previo entre el presunto asesino y las víctimas, pese a vivir cerca. No ha querido pronunciarse sobre si presenta lagunas de memoria, como el sospechoso ha alegado ante el juez, ya que se negó a declarar en las dependencias policiales. Además, ha descartado de forma tajante la implicación de más personas en el tirotero y las investigaciones practicadas confirman que salió de casa portando el arma consigo antes de que se produjera el encuentro fortuito de la terraza. No se descarta, de todas formas, que pudiera haber consumido alcohol antes del tiroteo.