Si los saltamontes pudieran leernos, pensarían que esta noticia no tiene nada de novedosa. La lengua de los camaleones y, por tanto, ellos mismos, son grandes enemigos de estos insectos, que les sirven desde siempre como alimento. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Brown (en EEUU) se ha encargado de poner en contexto las capacidades de la lengua de estos reptiles. Y las cifras son escalofriantes.
El dato más sorprendente de su trabajo, publicado en la revista Scientific Reports, es que los ejemplares más pequeños de la especie resultaron tener la lengua más potente. De hecho, el biólogo Christopher Anderson, autor principal del estudio, comenta que "la verdadera extensión de esta increíble capacidad había sido hasta ahora infravalorada". La razón: que los camaleones de menor tamaño no se habían estudiado.
"Los más pequeños funcionan mejor que los más grandes", señala el especialista de la universidad estadounidense. Ojo a los datos. Si la lengua de un camaleón del tamaño de un pulgar fuera una bala, se dispararía a una aceleración 264 veces mayor que la causada por la gravedad. Si la metáfora se hace en términos automovilísticos, la lengua de este reptil podría pasar de 0 a 60 millas (0 a 96 kilómetros) por hora en una centésima de segundo, aunque en realidad sólo necesitaría 20 milisegundos para tragarse un grillo.
En este vídeo, publicado en la edición online de la revista, se puede ver a cámara lenta cómo un camaleón de la especie Rhampholeon spinosus se alimenta con una lengua que puede alcanzar una longitud de 2 veces y media el tamaño de su cuerpo.
El autor ha revisado la literatura científica sobre biomecánica animal y concluye que la película muestra la mayor aceleración jamás producida por kilogramo de músculo por ningún reptil, pájaro o mamífero. Sin embargo, si tenemos en cuenta a todos los vertebrados, el camaleón sería superado por la salamandra.
La potencia de salida del órgano de este animal alcanzó los 14.040 vatios por kilogramo. Fue la mayor que encontró Anderson en las 20 especies de camaleón que analizó. Todos ellos tuvieron sus 15 minutos de gloria, ya que a todos se les grabó capturando un grillo. Y fue en esa comparación donde el biólogo notó que los más grandes tenían una lengua menos potente. Por poner un ejemplo, el Furcifer oustaleti, que mide 0,6 metros, expande este órgano con una fuerza un 18% menor que el citado Rhampholeon spinosus.
El autor no se limita a exponer los datos de su investigación y ofrece una lógica explicación a sus hallazgos. Según el biólogo, la razón "evolutiva" es que los pequeños camaleones necesitan consumir más energía por peso corporal para sobrevivir, por lo que deben ser especialmente eficaces a la hora de capturar insectos, concluye.