Sacar adelante a una familia requiere de mucha energía y, aunque a los padres les pueda fastidiar, las madres prefieren dedicar las suyas a los retoños que a andar intentando producir más descendencia. En efecto, hablamos de entomología coleóptera.
En el caso del escarabajo enterrador o Nicrophorus vespilloides, la hembra logra contener el frenesí del macho e imponer una abstinencia sexual durante aquellos días en que cuidar de la progenie es prioritario. Y según un estudio que aparece esta semana en Nature Communications, lo consiguen empleando una feromona anti-afrodisíaca, conocida como geranial o metil geranato.
Sandra Steiger, investigadora en comunicación animal de la Universidad de Ulm (Alemania) y autora principal del trabajo cuenta a EL ESPAÑOL que aún no saben cómo funciona exactamente este bromuro hormonal. "Es ciertamente posible que actúe en el mismo área del cerebro que los afrodisíacos", afirma, y añade: "Hay que hacer más experimentos, lo único que sabemos es que la feromona es percibida mediante un receptor en la antena del macho".
Anteriores estudios habían descrito antes el uso de feromonas anti-afrodisíacas en mariposas y en otros tipos de escarabajo como el vagabundo (Aleochara curtula). Sin embargo, en estos casos los principales usuarios de la sustancia son los machos, que rocían con ella a sus parejas -para hacerlas menos atractivas- en contextos de alta competitividad sexual.
Ahora, por primera vez, han descubierto que las hembras son también capaces de usar los anti-afrodisíacos en beneficio propio, o mejor dicho, de sus crías.
"Hemos analizado a otras especies de escarabajo enterrador y las hembras producen exactamente la misma sustancia", detalla Steiger. "Parece que el metil geranato es producido por todas las especies del género Nicrophorus, pero probablemente no ocurra fuera de éste".
Los autores del estudio, de las universidades de Ulm, Regensburg y el Instituto Max Planck, creen que el mecanismo para alejar a los sátiros machos mientras la supervivencia de las crías depende del cuidado de la madre podría estar bastante extendido. Sin embargo hay que tener en cuenta que, como recuerda Steiger, "la mayor parte de las especies no exhiben ningún tipo de cuidado parental".