Si hay una estrategia innovadora contra el cáncer es, sin duda, la inmunoterapia. Los fármacos que entrenan al sistema inmunológico para atacar a los tumores malignos, evitando que los confundan con células sanas, siguen protagonizando las noticias más positivas en torno a la segunda causa de muerte en todo el mundo.
Y si alguien sabe de innovación en el mundo tecnológico es el cofundador de Napster, expresidente de Facebook e inversor en Spotify Sean Parker.
El empresario y visionario, que ha convertido tradicionalmente en oro todo lo que ha tocado, ha decidido ahora invertir una fortuna en la lucha contra el cáncer y hacerlo a lo grande y a través de la investigación en lo más innovador.
Parker anunció recientemente la creación del The Parker Institute for Cancer Inmunotherapy, una red de investigación biomédica en la que participan más de 300 científicos de 40 laboratorios estadounidenses que, en una alianza sin precedentes, compartirán todos sus datos -incluida la propiedad intelectual- con un objetivo común: acelerar el desarrollo de inmunoterapias capaces de convertir el cáncer en una enfermedad curable.
Según explica MIT Technology Review, la nueva red funcionará como una empresa biotecnológica: tendrá un plantel de alrededor de 50 empleados y patentará sus descubrimientos e intentará colocarlos en el mercado.
Elevado nivel científico
El comité científico del nuevo instituto es impresionante. Los centros más reconocidos del mundo en la lucha contra el cáncer están involucrados, desde el MD Anderson Cancer Center hasta la Universidad de Stanford. Como dato curioso: un español es uno de sus miembros. Se trata del investigador de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) Antoni Ribas, un líder en el campo de la inmunoterapia que ha publicado en las principales revistas médicas del mundo.
Más allá de su labor filantrópica -mucho más premiada fiscalmente en EEUU que en España- la revista del MIT apunta a otra motivación más personal para la nueva empresa de Parker. En 2010, el empresario donó una importante suma de dinero a un reconocido oncólogo del MD Anderson, Cassian Yee, para que utilizara la inmunoterapia en un tipo de cáncer en el que nunca se había estudiado: el de mama. La destinataria del tratamiento era la amiga de Parker y productora Laura Ziskin, que no consiguió superar la enfermedad.
La apuesta concreta del filántropo por la inmunoterapia está bien apoyada por la evidencia científica, ya que no sólo se trata de un área prometedora, sino que los avances se están viendo mucho más rápidamente que en otros campos. Lo que empezó siendo una esperanza para un tipo de cáncer con infausto pronóstico, el melanoma avanzado, es ahora una alternativa para algunos tumores sólidos y de la sangre.
Retos pendientes
No obstante, los expertos advierten de que es mucho lo que queda por hacer: los resultados son espectaculares porque la alternativa era inexistente, pero los porcentajes de curación distan de ser mayoritarios. Además, aunque ha aumentado el número de tipos de cáncer para los que está indicada, sigue habiendo muchos tumores malignos que no responden a esta estrategia. Tampoco se saben muy bien las razones por las que funciona en algunos pacientes y en otros no.
Se trata, por lo tanto, de un campo de investigación en el que el dinero de Parker vendrá muy bien. Eso sí, el empresario tecnológico no estará solo: la gran mayoría de empresas farmacéuticas invierten e investigan en inmunoterapia. De hecho, el excesivo precio de los tratamientos ha generado preocupación entre los oncólogos más destacados, que se preguntan cómo serán sostenibles esos fármacos cuando se generalice su uso.