Si, emulando a la madrastra de Blancanieves, Mariano Rajoy le preguntara a un espejito mágico quién es el mejor candidato a presidir España y éste -como ocurría en el cuento de los hermanos Grimm- le diera otro nombre distinto al suyo, el presidente no se lo podría creer.
La confianza en sí mismo y la capacidad de autoengañarse son dos de los rasgos más destacados de este político, como resaltan varios expertos en psicología consultados por EL ESPAÑOL, que creen que la mente de Rajoy está más que preparada para una nueva campaña electoral y las consiguientes elecciones.
Daniel Lloret, profesor del departamento de Psicología de la Salud de la Universidad Miguel Hernández, apunta a otro factor que juega a su favor: el efecto protector de grupo, la camarilla de fieles que rodea al presidente y que le protege "del exogrupo, de las amenazas que vienen de fuera".
"Tiene gente fiel que a su vez es muy fuerte emocionalmente, que siempre funcionan como una buena armadura y le arropan", señala por su parte el coach político Euprepio Padula. Esto, sostiene, le protege frente a un hipotético desgaste que se podría deducir de los numerosos escándalos de corrupción -Costa, Soria...- que ha tenido que afrontar el presidente en los últimos cuatro meses. "Le llega muy suavizado, lo que le permite estar preparado", añade.
Sus fieles en el Partido Popular no son el único grupo que arropa al político gallego. Sus votantes provocan un fenómeno denominado polarización grupal, destaca Lloret. "Cuando los miembros de un colectivo tienen una opinión sobre algo y ésta va en la misma dirección -con independencia de la magnitud- y salimos de una reunión con este grupo, creemos aún más lo que pensábamos", explica el psicólogo. Se trata, en otras palabras, de reforzar las tesis propias a través de opiniones similares. Justo lo que Rajoy sabe que encontrará en la maratón de mítines que se le avecina.
Experiencia y manipulación
El coordinador del Área de Neurociencia Cognitiva del Centro de Evolución y Comportamiento Humanos, Manuel Martín-Loeches, destaca por su parte la amplísima experiencia de Rajoy, algo ligado "desde la antigüedad" a la manipulación de la opinión pública.
"El que lleva años en esta profesión, los lleva también manipulando. No es algo que tenga por qué ser malintencionado, pero sí implica edulcorar las cosas negativas y realzar las positivas", señala el psicólogo que, no obstante, destaca otro rasgo más distintivo del político. "Rajoy es un buen ejemplo de lo que es el autoengaño", subraya.
Se trata de un mecanismo exclusivamente humano -los animales pueden engañar, pero nunca a sí mismos- en el que Rajoy es un maestro, a juicio de este experto. Se trata de un rasgo muy ligado, además, a la autoconfianza. "Él se ha convencido a sí mismo de ser el más entregado, el más capaz, el más válido. Ese convencimiento le hace fuerte frente a cualquier adversidad", resume Martín-Loeches.
El psicólogo va más allá. Cree que incluso en la hipotética situación de que todos en su partido fueran corruptos, él saldría reforzado, "mientras no se demostrara que él también lo fuera".
Porque una consecuencia lógica de la autoconfianza y el autoengaño es la capacidad de escoger su realidad. "En estos meses, él ha hecho como los padres: dejar hacer a los hijos y esperar a verlos fracasar. Él no ha fracasado porque no ha propuesto nada. Pero él no destaca la inacción, sino el hecho de no haber fracasado", comenta el también profesor de la Universidad Complutense.
Resiliencia y resistencia
"Rajoy es capaz de resistir casi cualquier cosa; cualquier candidato se hubiera desmoronado ante mucho menos", resalta Padula. "Si tiene una competencia de liderazgo absolutamente desarrollada es la capacidad de aguante, de resistencia y de resiliencia", subraya este experto.
Martín-Loeches coincide y cree, incluso, que el carácter del presidente le puede ayudar a eludir el cansancio psicológico de una nueva carrera electoral. "La coraza puede ser tan fuerte que no haya lugar ni razones para el cansancio; no hay nada como la autoestima frente a esta sensación, y la autoestima se refuerza con el autoengaño", destaca.
En definitiva, los expertos consideran que Rajoy no sólo no llega psicológicamente maltrecho a esta cita, sino que puede que la afronte, incluso, reforzado. "Ha sido ganador en esta situación; es evidente que no se ha desmoronado, su fortaleza interior es impresionante", concluye Padula.