China y Estados Unidos han dado este sábado un nuevo paso al frente en la lucha contra el calientamiento global. Reunidos en la ciudad china de Hangzhou, al este del país, los mandatarios de ambos países han anunciado la ratificación del pacto internacional alcanzado en la cumbre de París sobre el cambio climático a finales de 2015.
"Algún día quizás veamos este día como el momento en el que decidimos salvar el planeta", dijo el presidente de EEUU, Barack Obama, al anunciar, en presencia de su par chino, Xi Jinping, y del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que EEUU se sumaba a ratificar el acuerdo. "Cuando hay voluntad y ambición, y cuando hay países como China y EEUU listos para mostrar liderazgo y predicar con el ejemplo, es posible crear un mundo más próspero", subrayó Obama.
Horas antes lo había hecho la Asamblea Nacional Popular (ANP), el Parlamento chino, al término de su sesión bimensual de este sábado.
Este golpe de efecto se produce en la víspera de la cumbre del G20 que acogerá Hangzhou en los próximos 4 y 5 de septiembre, materializando los rumores que durante días apuntaban a que aprovecharían esta cita para realizar el anuncio.
Con China y EEUU a bordo, es más probable que el pacto de París sea pronto vinculante ya que ambos países suman cerca del 40% de las emisiones globales y, para que el acuerdo entre en vigor, se requere que al menos 55 países (que sumen por lo menos el 55% de las emisiones contaminantes) completen el proceso de ratificación.
Según la Casa Blanca, más de 55 países han expresado públicamente su voluntad de ratificarlo y, entre los que ultiman el proceso, están Brasil, Argentina, Corea del Sur y Japón.
El secretario general de la ONU se ha mostrado "optimista" sobre la posibilidad de que el pacto entre en vigor antes de que acabe el año y tachó este evento como uno de los más "inspiradores" de su mandato, a punto de concluir.
Un consenso "extremadamente importante"
Ambos líderes se han comprometido en trabajar juntos para sacar adelante este año una enmienda al protocolo para proteger la capa de ozono aprobado en Montreal en 1987, con el fin de incluir más medidas contra los hidrofluorocarbonos (HFC), un gas de efecto invernadero que se usa en frigoríficos y aires acondicionados.
Además, Obama y Xi esperan que la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) apruebe, en su asamblea de este mes, el estándar de reducción de emisiones para los aviones comerciales acordado en febrero pasado, con el objetivo de que EEUU y China estén entre los primeros países en adoptarlo.
Un consenso de las dos potencias que Ma Jun, uno de los activistas medioambientales más prominentes de China, considera "extremadamente importante", según declaró a Efe.
"Ojalá que ello ayude a otras naciones del G20 a sumarse a la lucha contra el cambio climático", apunta el activista, quien ve como una estrategia adecuada que se haya elegido esta cumbre para hacer el anuncio.
Ma espera, asimismo, que China y EEUU tomen también el liderazgo en asegurar que "no se trata sólo de un compromiso gubernamental, sino también de las empresas, del sector financiero".
China y EEUU pulen diferencias antes del G20
Tras el paso al frente contra el cambio climático, Obama y Xi han discutido cómo gestionar sus diferencias, entre ellas en asuntos marítimos, derechos humanos y ciberespiojane, aprovechando su última reunión oficial antes del inicio de la cumbre del G20.
"Sé que, una vez más, mantendremos conversaciones sinceras sobre algunas de nuestras diferencias en asuntos como derechos humanos, ciberseguridad o (las disputas) marítimas", ha dicho Obama. El mandatario estadounidense ha afirmado, además, su "absoluto compromiso" con asegurar que ambos "sientan las bases para que el próximo Gobierno de EEUU (tras las elecciones de noviembre) se encuentre una relación (con China) con una estructura fuerte y productiva".
"Creo que hemos logrado una cooperación práctica allí donde nuestros intereses coinciden y una discusión constructiva en los temas en los que diferimos (...) para que éstos no arriesguen nuestras relaciones bilaterales", apuntó Obama.
En un tono menos conciliador, Obama aseguró en una entrevista concedida a la CNN antes de llegar a China que Pekín debe evitar mostrar músculo en el mar de China Meridional, donde se disputa territorios con varios países vecinos.