Una tarde de 1965 el joven californiano Stewart Brand se sentó en el techo de una casa de San Francisco a contemplar el horizonte. Colocado con LSD (dietilamida de ácido lisérgico, la droga sintética de moda, que no fue prohibida hasta el año siguiente), le estaba dando vueltas a las palabras que le había escuchado al arquitecto e inventor Richard Buckminster Fuller. En una reciente conferencia había asegurado que la raíz de todos los errores de la humanidad está en que la gente percibe que la Tierra es plana.
Según el ponente, si fuéramos conscientes de que nuestro planeta es una pequeña bola que da vueltas en un enorme universo, todo cambiaría. Stewart se puso a pensar en los motivos de esta ceguera humana, a pesar de que el mundo se hallaba en plena carrera espacial y de que varios satélites orbitaban ya el planeta, y le vino una pregunta a la cabeza: "¿Por qué no hemos visto todavía una fotografía de la Tierra entera?".
Aquella idea se convirtió en una obsesión y comenzó a imprimir pósteres con ella. También fabricó pins y se puso a venderlos a 25 centavos en la Universidad de California en Berkeley hasta que le echaron del campus. No tardó en salir en prensa y en televisión y buscó direcciones postales de la NASA, de miembros del Congreso, de la ONU y hasta de científicos soviéticos para enviarles su merchandising. En poco tiempo estaba dando seminarios en varias universidades del país.
Toda esta historia la cuenta Michael Brooks en el libro Radicales Libres. Según el autor, las autoridades, pendientes de la guerra de Vietnam y de las protestas que provocaba, comenzaron a preguntarse quién era ese hippie que propagaba una idea tan extravagante, por muy pacífica que pudiera parecer. La propia NASA contrató a un detective para averiguar si su campaña suponía alguna amenaza para el Gobierno de los Estados Unidos. Como no encontró nada que pudiera incriminar a Stewart, puso en su informe que en California, simplemente, "la gente defiende ideas extrañas".
El caso es que el mensaje iba calando. ¿Por qué no difundir imágenes sobre la Tierra capturadas desde el espacio ahora que era posible? A finales de 1967 aparecieron algunas fotografías, aunque nadie admitió que lo hiciera como respuesta a la campaña. Sin embargo, la imagen más impactante fue tomada el día de Nochebuena de 1968 por el astronauta William Anders cuando estaba en órbita alrededor de la Luna a bordo del Apolo 8. En primer plano estaba la superficie de nuestro satélite y al fondo la Tierra, distante y rodeada de oscuridad.
Esa y otras imágenes similares de la época se cuentan entre las fotografías más influyentes de la historia a la hora de despertar la conciencia medioambiental. De hecho, la celebración del Día Mundial de la Tierra, que se conmemora cada 22 de abril, tuvo su inicio muy poco después, en el año 1970. Aunque no lo podemos asegurar, es probable que algo tuviera que ver un chute de LSD.