Eudald Carbonell: "Ser arqueólogo es el mayor error que he cometido en mi vida"
El codirector del yacimiento de Atapuerca asegura haber viajado junto a Charles Darwin a bordo de su barco, y presenta este periplo en un nuevo libro con ilustraciones juveniles.
20 diciembre, 2016 01:10Noticias relacionadas
El intrépido paleontólogo Eudald Carbonell, codirector del yacimiento de Atapuerca desde hace 25 años, nos trae una noticia impactante. Asegura haber viajado nada menos que con Charles Darwin en el HMS Beagle a través del Río del Tiempo. Para más inri, Carbonell ha recogido este viaje en un libro llamado La Aventura de la Vida (Editorial La Galera) en el que ha encomendado a la dibujante Pilarín Bayés ilustrar sus fantasiosas peripecias junto al naturalista inglés.
Un señor mayor calvo y con barba aparece en su casa en mitad de la noche y le invita a subir a su barco. ¿No sospechó nada raro?
Al principio lo de viajar con Darwin por el río del tiempo me pareció un poco extraño, pero las ideas siempre hay que escucharlas. Me convencieron porque podría contar muchas cosas y además reforzar el mensaje de la evolución.
¿Cómo describiría este viaje?
Único, magnífico, fascinante. Nunca había pensado que viajaría con el genio que creó la teoría probablemente más importante sobre la vida y la evolución. El viaje con Darwin, Fitzroy y mi amigo el monito Maurice se puede decir que es la experiencia de mi vida que más puedo aconsejar a la gente que haga.
Supongo que para usted, recorrer el tiempo desde los orígenes de la vida habrá sido también una oportunidad de contemplar en primera persona aquellas cosas que lleva toda la vida estudiando, como al hombre del Pleistoceno.
Imagínese que oportunidad: poder contar a Darwin -que es quien habló de la selección natural y cómo había prosperado la vida y la diversidad en el planeta- los descubrimientos que hemos ido haciendo y que explican lo que él decía. Que la evoución es la base de todo lo que está ocurriendo en nuestro planeta, contarle de primera mano nuestros trabajos en Atapuerca después de 40 años de descubrimientos de varias especies, explicarle cómo ha avanzado la secuenciación del ADN, ¡e incluso qué es el ADN!
¿Cómo se tomó Darwin el tema de la genética?
Le enseñamos una clínica donde había fecundación in vitro, le enseñamos las máquinas, los secuenciadores, vio cómo se leía el ADN... estaba completamente fascinado, una fascinación tremenda, porque estaba viendo que refrendaba todo lo que él había dicho hace casi 200 años.
A lo largo de su viaje aparecen también otros científicos como Lynn Margulis, Watson, Crick... ¿qué habría sido de ellos sin Darwin?
La relación me parece fundamental, porque hay un punto de unión desde que el gran genio descubrió las leyes de la naturaleza en el XIX, hasta principios del XX, cuando la genética empieza a tener un papel fundamental en descifrar la vida, desde el descubrimiento que Watson y Crick publican en los años 50, y después, con todo el conocimiento que ha llegado hasta a los paleontólogos y arqueólogos. Nosotros lo que hemos hecho es aportar muchísimas más pruebas. Hay mucha continuidad, es la historia de la vida y es la historia de la investigación de la vida de los humanos.
¿Cómo se tomó su amigo Darwin ver que hoy en día hay aún mucha gente que cree que la Tierra tiene 6.000 años y que los dinosaurios y los hombres cohabitaron?
Hay un momento en el libro en el que cuanto que el comandante de la nave, el capitán Fitzroy, empieza a introducir temas bíblicos y Darwin le responde 'atención amigo, una cosa es la ciencia y otra la religión, y aquí hablamos de ciencia y de descubrimientos científicos'. Creo que esto aclara mucho que nosotros nos dedicamos exclusivamente a conocer el pasado, excavarlo, probarlo y, a través de distintas técnicas y disciplinas, explicárselo a todo el mundo.
¿Por qué pensó que la mejor manera de contarle a alguien este viaje fantástico y que le creyeran era a través de un libro infantil ilustrado?
No me imaginaba que haría un viaje así, siendo ya tan mayor, con 63 años, y que conocería a Darwin. Pero un amigo me lo aconsejó y comencé a pensar cómo podría yo explicarle a alguien la historia de la evolución humana y así fue como empezamos el viaje. Conmigo venía también Pilarín Bayés para retratar este magnífico viaje en el tiempo, retratar tanto lo que soñamos como lo que vivimos en el barco.
Por cierto, ¿con qué edad leyó El Origen de las Especies? Puede inventárselo si quiere para quedar bien.
[Risas] La verdad es que lo he leído varias veces, puede que la primera fuera justo antes de ir a la universidad. Yo era una persona muy aficionada a la lectura de cuestiones científicas y filosóficas. Recuerdo mis intentos, ímprobos, de leer a Kant con 13 o 14 años. Cuando leí a Darwin ya había empezado a moverme en el mundo de la evolución y hacer pequeñas lecturas. Pero nunca hubiera pensado que serían tan importantes y fundamentales como trabajo de campo.
¿Ya sabía a qué se quería dedicar?
Una vez me preguntaron cuál es el error más importante que he cometido en mi vida y contesté: ser arqueólogo, me equivoqué a los 5 años cuando empecé mi vocación y ahora ya no puedo volver atrás. Cuando te equivocas tanto desde un principio ya no puedes equivocarte más. Mi pasión por la arqueología y por la colección de fósiles y minerales empezó con cuatro años y medio.