El mamut lanudo, un "familiar lejano" de los actuales elefantes, dejó nuestro planeta a causa de la extinción hace varios miles de años. De la misma forma que el dodo o el conocido tigre dientes de sable, es complicado imaginarse a un animal de estas características volviendo a caminar por nuestro planeta.
Sin embargo, los científicos de la Universidad de Harvard dirigidos por George Church creen que apenas estamos a dos años de lograr lo que ellos llaman "des-extinción" del mamut lanudo. Así lo han afirmado en la Reunión Anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), según podemos leer en The Guardian.
Cómo se logrará la des-extinción
Según Church, el plan para conseguir la des-extinción del mamut lanudo sería similar al método descrito en Biological Conservation y el Tigre del Caspio: Usar un embrión híbrido, juntando ADN del mamut lanudo con el actual elefante asiático.
De la misma forma que el antiguo y extinto Tigre del Caspio comparte muchas características con el Tigre de Siberia, el antiguo mamut lanudo tiene ciertos rasgos similares al elefante asiático. El plan sería crear un "mamofante" (un elefante con orejas pequeñas, grasa subcutánea, pelo largo y sangre adaptada al frío). Y, para lograrlo, se usaría la técnica CRISPR de ingeniería genética con la que unirían ADN de mamut con ADN de elefante en sitios concretos.
De hecho, los investigadores de Harvard ya están en ello, pues ya han creado una célula mediante esta técnica con el objetivo de desarrollar embriones híbridos muy pronto, en apenas dos años (aunque admiten que pasaran muchos años antes de ver un mamut vivo por la Tierra).
El proyecto no es nuevo, para nada. A finales de 2014 Church y sus colegas ya empezaron a anunciar sus intenciones de revivir al mamut. Posteriormente, en marzo del año 2015, el mismo equipo de investigadores anunció que había sido capaz de extraer genes de restos de mamut congelado y los habían insertado en células vivas. Ahora han pasado de 15 ediciones genéticas hace dos años a las 45 actuales.
El mamut lanudo salvará al elefante asiático
Aunque suene paradójico, Church y sus colegas afirman que su método para resucitar al mamut lanudo gracias a su mezcla con el actual elefante asiático podría salvar a este último de la extinción, aunque de una forma poco convencional. Se resucita una especie extinta a cambio de "salvar a medias" a otra especie en vías de extinción.
Como no podía ser de otra forma, los planes de los investigadores de Harvard han planteado diversas dudas éticas, las mismas que ya conllevaba por sí misma la técnica genética CRISPR y su potencial para resucitar especies extintas.
El mamut lanudo no era un animal simple, sino que era tan social como los actuales elefantes asiáticos o los africanos. Si de repente estos elefantes ven a un "híbrido" entre los suyos, su reacción podría no ser la más adecuada.
A todo esto hay que sumar que Church ha planteado la idea de hacer crecer al futuro embrión de mamut en un "útero artificial" en lugar de usar una hembra de elefante, como si un vientre de alquiler se tratarse, un plan que muchos expertos tachan de imposible durante al menos los próximos diez años.
El retorno del mamut, contra el cambio climático
Finalmente, Church, que por cierto fue uno de los colaboradores en el desarrollo de la técnica genética CRISPR (donde literalmente se "cortan" y se "pegan" genes), ha llegado a afirmar que la resurrección o "des-extinción" del mamut lanudo tiene dos objetivos claros en su opinión: Por un lado, asegurar el futuro del elefante asiático; por otro lado, el mamut lanudo ayudaría a luchar contra el cambio climático.
Según asegura Church, los mamuts podrían ayudar a prevenir que se acabe fundiendo el hielo permanente o permafrost de la tundra de Siberia, lo que a su vez evitaría la liberación de grandes cantidades de gases de efecto invernadero hacia la atmósfera.
De momento los investigadores tienen como objetivo a corto plazo diseñar células de piel de elefante capaces de ayudar a producir embriones híbridos mediante la clonación y la edición genética. Los núcleos de dichas células se colocarían en óvulos de elefante, y se estimularían artificialmente para convertirlos en embriones.
Church afirma que en diez años será posible ver a un mamut vivo gracias a todos los nuevos avances de la ingeniería genética.