Las llamas ya se han extinguido pero la cifra de víctimas del incendio de la Grenfell Tower de Londres aún no está definida. Las últimas informaciones hablan de más de 30 muertos confirmados, pero otras 70 personas siguen aún en paradero desconocido. Las causas se siguen investigando pero las primeras pesquisas apuntan al revestimiento de paneles del edificio.
Estos paneles, fabricados por la empresa Reynobond, están compuestos por dos láminas de aluminio y un relleno de poliestireno. En el caso del edificio londinense, los periódicos británicos han publicado hoy que los constructores optaron por la versión más económica de los paneles, aquella que no contenía retardantes de fuego y que, por tanto, era más vulnerable a un incendio.
Seguramente, lo que usted se esté preguntando es: ¿Se utilizan esos paneles en España? ¿Podría ocurrir una tragedia similar? La respuesta corta es sí, se usan en España y en todo el mundo, pero sería muy difícil que un incendio como el de Grenfell Tower se diera en un edificio de nuestro país.
En nuestro país, la construcción de los edificios debe seguir unas exigencias de seguridad contra incendios que aparecen en el Código Técnico de la Edificación (CTE). Uno de sus capítulos (Reacción al fuego de los elementos constructivos) especifica las exigencias que tiene que tener un panel de revestimiento para poder ser comercializado en España.
Este CTE se publicó en 2006 y ha sido actualizado desde entonces con requerimientos más exigentes. ¿Pero y si, como ocurre con Grenfell Tower, el edificio en cuestión es más antiguo, debe adaptarse a esta nueva legislación? "Los edificios antiguos no deben ponerse al día", explica el arquitecto David García-Asenjo, "pero es necesario hacerlo si se hace una intervención que afecte a la práctica totalidad de la envolvente", como ha sido el caso del edificio londinense, construido en 1974 pero que sufrió una restauración integral en 2016.
En nuestro país "es habitual que se haga una Inspección Técnica de Edificios, y se recomiendan algunas intervenciones de pequeña importancia como asegurar algunos acabados o cambiar el ascensor, pero no obliga a un cumplimiento de la normativa actual a no ser que se detecte que los elementos de fachada o estructurales no cumplen la normativa", explica el arquitecto.
No basta con los paneles del revestimiento
En realidad, la inflamabilidad del revestimiento es sólo una pieza del rompecabezas que por sí sola no explica la espectacular propagación del fuego en el edificio de viviendas de North Kensington. Entre otras causas, se han barajado defectos en el sistema de ventilación bajo el revestimiento aislante y fallos en el sistema eléctrico que provocó el incendio de una nevera en el cuarto piso.
Los paneles de composite de aluminio y poliestireno son empleados tanto en España como en otros países. Precisamente, el último premio de arquitectura contemporánea Mies van de Rohe se ha otorgado a una contrucción que emplea paneles de este tipo, el edificio de apartamentos De Flat Kleiburg, uno de los más grandes de Holanda.
Es, además, la primera vez que un edificio restaurado (el original iba a ser demolido) se alza con este prestigioso título.
En resumen, en nuestro país no tenemos a priori motivos para la preocupación por dos razones. "No es habitual en España un acabado de un panel compuesto metálico, al menos en viviendas, lo normal es ladrillo y eso aguanta muy bien", explica García-Asenjo. Y en segundo lugar, "si se detectara algo que no cumple habría que cambiarlo".