El 36% de las bacterias de nuestra sangre provienen del microbioma, el conjunto de microorganismos del ambiente, y cambian según el tipo de superficie que tocamos o la dinámica del entorno.
En las grandes ciudades (donde reside el 57% de la población mundial), el transporte público en general y el metro en particular constituyen los lugares de mayor tráfico e interacción entre personas, por lo que el intercambio de microorganismos aumenta enormemente, especialmente en eventos multitudinarios como los Juegos Olímpicos de este verano.
Ante este hecho, se ha puesto en marcha el proyecto MetaSub, con el objetivo de obtener datos sobre la biodiversidad bacteriana e intentar explicar la propagación de resistencias a antibióticos. Nueva York, Sydney, Río, Tokyo o Barcelona son algunas de las 54 ciudades que participan en este plan, que persigue crear un "mapa del ADN", un mapa interactivo online donde se podrán visualizar los datos de las ciudades implicadas, según el análisis de su metro.
Frenar las resistencias
Este proyecto, sin precedentes similares, pretende aportar claves para frenar la creciente resistencia a los antibióticos, que según la OMS supone una de las mayores amenazas actuales para la salud mundial y que actualmente se acelera a niveles peligrosos, debido al uso indebido de estos fármacos tanto en seres humanos como en animales.
De este modo, en el mapa se marcarán los índices de resistencia a los antimicrobianos, es decir, la capacidad de un microorganismo de no responder ante un medicamento. Esta resistencia se debe a que las bacterias mutan como respuesta a la exposición al fármaco y ya no se ven afectadas por el mismo, por lo que los medicamentos dejan de tener efecto.
Saber más sobre este fenómeno permitirá desarrollar nuevos medicamentos en el futuro, que no generen resistencias.
"Día tras día están apareciendo y propagándose en todo el planeta nuevos mecanismos de resistencia, socavando así nuestra capacidad para tratar las enfermedades infecciosas más comunes, como la neumonía, la tuberculosis y la gonorrea", asegura la Organización Mundial de la Salud en un comunicado.
Diversidad de estaciones
Por otra parte, las estaciones que se estudian son variadas, en aras de conocer los microorganismos presentes en los distintos barrios de las ciudades y su diferencia en relación a su ubicación geográfica -incluyendo la distancia al mar- o el nivel socioeconómico de sus usuarios.
Así, en Barcelona, algunas de las estaciones en las que se han tomado muestras son la de Plaça Catalunya, por su ubicación en el centro de la ciudad, la de Barceloneta, por su cercanía al mar o la de Parc Nou, que hace solo unos meses que está en funcionamiento.
De este modo se contribuirá no sólo a mejorar la salud pública sino también a progresar en la planificación de las ciudades. Los resultados finales y el mapa interactivo no estarán disponibles hasta finales de año, aunque este mes de julio los científicos participantes se reunirán en Shangai para presentar los resultados preliminares.