Éste es el tiempo que nos espera para este fin de semana electoral

Tiempo tranquilo y altas presiones en la mayoría de las provincias españolas: así se prevé la jornada electoral del 26-M, según el avance del pronóstico que realiza el soporte digital de información meteorológica eltiempo.es.

"Las altas presiones sobre nuestro país garantizan temperaturas agradables en casi todas las zonas. De hecho, subirán con respecto al sábado de forma suave, pero generalizada", detalla Mar Gómez, doctora en físicas y meteoróloga de eltiempo.es.

Las nubes bajas podrían ser protagonistas en el interior norte: Navarra, La Rioja, Burgos, Soria y todo el entorno de la Ibérica. También puede haber algunos intervalos en las regiones del Cantábrico y en las costas mediterráneas por la mañana. El ambiente soleado predominará en el resto de España.

En los archipiélagos: ambiente nuboso e inestable que remitirá a lo largo del día en Baleares; y viento de componente norte que dejará algunas nubes al norte de las Canarias.

La mayor probabilidad de lluvias se situará por la mañana en el Pirineo navarro, Guipúzcoa y el norte de Mallorca, aunque tampoco se descartan en otros puntos del Pirineo o del Cantábrico oriental. En ningún caso se esperan cantidades demasiado significativas.

Las temperaturas subirán respecto al sábado de forma generalizada. Las máximas serán más altas en el suroeste peninsular, como en Sevilla donde se podrán alcanzar los 33-34 ºC.

En ambas mesetas los valores estarán en torno a los 25 ºC , ambiente fresco en el norte, con menos de 20 ºC y con una sensación térmica algo más baja ya que el viento de componente se hará notar, especialmente la tramontana en la costa norte de Cataluña y Baleares y el cierzo en el Ebro.

¿Cómo afecta la meteorología a la intención de voto?

La meteorología influye en nuestra vida diaria y nos afecta anímicamente, físicamente y a veces hasta emocionalmente. Entre las muchas actividades en las que el tiempo nos condiciona, está también en la participación electoral.

Un estudio de JA Caselles, de la Universidad Complutense de Madrid, analizó la participación y elección de los votantes entre los dos partidos predominantes en ese momento, PP y PSOE en las elecciones municipales desde 1987 a 2011, demostrando que la meteorología adversa (principalmente la lluvia) es un coste para el votante que se traduce en un menor nivel de participación.