Las olas de calor de julio son una crisis mundial: de los primeros 50ºC en China a rozar los 54ºC en EEUU

El lunes 17 de julio se batió el récord de temperatura global en el hemisferio norte para esta fecha: 22,34ºC, más de un grado por encima de la media para la época según el periodo 1997-2000. "Esto se debe en gran medida a las poderosas olas de calor que, de forma sinuosa, se han ido presentado", explica Francisco Martín León, meteorólogo de Meteored y coordinador de RAM (Revista del Aficionado de la Meteorología). Según enumera, se están dando episodios cálidos simultáneos en el sur/suroeste de EEUU, la cuenca mediterránea, Oriente Medio, China y Japón.

Este es el motivo por el que se están encadenando récords históricos de temperaturas al norte del ecuador: de los 50ºC en China e Irán a los 53,9°C de Saratoga Spring en el Valle de la Muerte de EEUU, récord de temperatura mundial en superficie. Entre medias, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) confirmaba que el mes de julio en España ya está 1,8ºC por encima de la temperatura media. Que se estén produciendo estos fenómenos en paralelo es algo "relativamente raro", confirma Martín León, y está relacionado con las estructuras atmosféricas de los 'domos de calor'.

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"Los anticiclones de tipo subtropical cálido están ganando latitud en un mundo cada vez más cálido", explica el experto. Y el ascenso de estos anticilones hacia el norte incentiva las condiciones que provocan las olas de calor en cada región. En el caso de España y el resto del Mediterráneo, facilita la entrada de masas de aire de influencia africana, exactamente como está sucediendo con Caronte. "Este domo de calor tiene unas dimensiones de más de 2.000 kilómetros de ancho, y se desplaza en su proceso natural muy lentamente hacia el Mediterráneo central y Oriental".

¿A qué se refieren exactamente los meteorólogos cuando hablan de domo de calor? Imaginemos una estructura de altas presiones semiesferica o elíptica, como un vaso que se coloca boca abajo sobre la mesa, solo que de unos dos mil kilómetros de diámetro, como es el caso de Caronte. Factores como la insolación del verano y la entrada de aire africano en España elevan las temperaturas en superficie, y las altas presiones actúan como cúpula que las concentran y devuelven a tierra. Una particularidad, sin embargo, es que la ola de calor se eleva por encima de los 1.500 metros. Así, los Alpes han estado en alerta por hasta 30ºC.

Qué vendrá ahora

Según un cálculo publicado por Berkeley Earth, 2023 tiene un 81% de posibilidades de terminar siendo el año más cálido desde que hay registros. Una suma de factores está detrás de la anomalía. La primera es la elevada temperatura del agua oceánica. El Atlántico Norte, pero también el Índico y el Pacífico, están alcanzando temperaturas superficiales muy elevadas, de récord incluso. Esto proporciona el "combustible" para fenómenos extremos como las olas de calor. 

El otro gran factor climático global va a ser El Niño, el calentamiento de las aguas del Pacífico Ecuatorial que van a venir a incrementar unas temperaturas ya elevadas. "Solamente tenemos ahora el principio, el Niño débil", matiza Matín León. "Pero se espera que se alcance en la segunda mitad del año un niño de moderado a fuerte". Todos estos factores sumados garantizar, a criterio del meteorólogo, que este año se vaya a "disparar" a ser uno de los más calurosos de la historia.