Parece que las cosas están cambiando en el mundo de la alimentación. Hoy en día la primera causa de muerte en los países desarrollados sigue siendo la enfermedad cardiovascular y concretamente, la enfermedad isquémica del corazón y el infarto, según datos de 2016 recogidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este mismo organismo se ha valido de estos datos para advertir a la población de que los hábitos poco saludables pasan factura a la salud.
La comunidad científica no tardó en hacer responsable de estos datos al tabaco, al sedentarismo y, por supuesto, a las grandes cadenas de comida rápida. Dentro de este último grupo, el gigante McDonald's ocupa un lugar privilegiado: es el principal restaurante de referencia de este tipo.
En el año 2004 vio la luz un documental independiente llamado Super size me. Este largometraje tenía como protagonista a su director y, en él, el buen hombre se dedicó a comer en McDonald's durante 30 días seguidos. El autor de la cinta aseguró que la crítica no sólo iba dirigida a McDonald's y a su manera de hacer publicidad, sino a toda la sociedad de los Estados Unidos de América.
Lavado de cara
Sin embargo, los catastróficos resultados que alegó sobre su organismo (sobrepeso, daños en el hígado e, incluso, pérdida del apetito sexual) pusieron el punto de mira sobre la cadena de hamburgueserías. Desde entonces, McDonald's ha cambiado mucho. Ha retirado productos poco saludables de sus menús y ha incluido raciones de fruta y de verdura. Sin embargo, el restaurante es todavía objeto de críticas cuando hacen referencia al supuesto carácter saludable de su oferta.
Hace poco la opinión pública castigó duramente en las redes sociales al restaurante de comida rápida cuando utilizó a una nutricionista y a la popular chef Samantha Vallejo-Nájera para uno de sus anuncios. En él, las dos representantes del mundo de la nutrición decían, básicamente, que una hamburguesa con una botellita de agua y unos trozos de fruta eran una buena comida para los niños.
Con el inicio de 2019, McDonald's vuelve a la carga en su batalla por ganar el beneplácito de los expertos en salud. La nueva estrategia no ha sido otra que crear un nuevo menú Happy Meal -el que está destinado a los niños: lleno de colores, regalitos y grasas saturadas- totalmente vegetariano. De momento, esta opción solo estará presente en el Reino Unido, donde el mítico diario británico The Sun no ha tardado en darle 'cera'.
Menos carne, más calorías
El motivo es el siguiente: la nueva estrella del menú infantil es un wrap vegetariano que contiene pesto rojo, arroz, salsa de tomate y tiras de lechuga. Tal y como prometían, no contiene nada de carne. Sin embargo, un simple vistazo a su tabla de valores nutricionales advierte que el nuevo wrap tiene más calorías (209) que los otros menús infantiles, con cuatro nuggets (173) o que el wrap de pollo a la parrilla (181).
McDonald's confirma así que, algunas veces, vegetariano no es sinónimo ni de saludable. Lo que sí es verdad es que esta nueva introducción es novedosa para quienes no comen carne. Ya habían realizado un primer intento en los países escandinavos donde lanzaron la McVegan que es, nada menos, que el hermano vegano del legendario Big Mac.
A pesar de que afirman que esta hamburguesa fue un éxito, todavía no se ha exportado a otros países. Para diseñar el nuevo menú vegetariano, McDonald's ha contado con la ayuda de la Sociedad Vegetariana Británica y de las BritMums (una plataforma de madres influencers).
Visibilidad vegetariana
Para acompañar el wrap el restaurante propone unas guarniciones más saludables que las típicas y codiciadas patatas: trozos de zanahoria o de piña. El nuevo menú infantil no tiene ningún porcentaje de lácteos en su composición. Esta característica podría conferirle el título de alimento vegano. Sin embargo, la tortilla que envuelve el wrap pasa por la misma plancha que otros productos con derivados de la leche.
Tiempo al tiempo. De momento, McDonald's ha dado la opción de pedir un menú vegetariano y esto contribuye en la normalización de este tipo de opciones entre los niños. En las cartas de lo McDonald's británicos también podremos encontrar desde ahora el Spicy Veggie One, una variante más grande y picante del wrap que toman los niños en su nuevo Happy Meal y que está destinado a los adultos.
Las opciones vegetarianas y veganas están irrumpiendo en la mayoría de los restaurantes, principalmente, porque son un nicho de mercado emergente. Cada vez hay un mayor porcentaje de personas que reducen su consumo de carne o que, directamente, la eliminan de sus dietas. La comida basura ha comprendido que, para sobrevivir, debe ser más inclusiva y más sostenible.