Muchos no pueden vivir sin una de las bebidas más consumidas del planeta, el café. No obstante, a pesar de que tiene una presencia constante en nuestro día a día, tanto en los hogares como en locales de ocio, sabemos relativamente poco sobre sus propiedades, sobre todo teniendo en cuenta que circulan muchas ideas preconcebidas que no se ajustan del todo a la realidad.
Durante mucho tiempo se ha asociado a la cafeína efectos negativos que hoy en día están descartados, así que "ya no es una bebida que hay que intentar evitar", asegura en su blog Gemma del Caño, experta en calidad alimentaria.
La principal idea que se nos viene a la cabeza acerca del café es su capacidad para despertarnos, por eso lo tomamos por la mañana, pero muchas personas evitan la cafeína por la tarde porque piensan que les provocará insomnio. Lo cierto es que el organismo elimina esta sustancia en unas cuatro horas, por lo que no hay ningún problema en tomarla incluso avanzada la tarde, aunque es cierto que podría alterar la calidad del sueño si se toma tan solo una hora antes de irse a la cama.
Tampoco es verdad que tomar un café tenga efectos instantáneos para espabilarnos. Según un estudio de la Universidad de Barcelona, los efectos comienzan a los 10 minutos, pero tienen que pasar 45 hasta que la concentración de cafeína en la sangre alcanza su máximo nivel. Esta investigación, publicada en 2008 también encontró un dato curioso: esta bebida tiene un mayor efecto sobre los hombres que sobre las mujeres.
De todas formas, si nos preocupa mucho este tema, investigadores de Estados Unidos han llegado a desarrollar un algoritmo que predice la dosis de cafeína y el momento en el que debemos tomarla para optimizar sus efectos estimulantes, según un estudio publicado el año pasado, información a partir de la cual llegaron a crear una app para el móvil.
Otra idea muy común es vincular el café al aumento de la tensión arterial, pero los expertos tampoco lo comparten (aunque matizan que temporalmente podría influir). De hecho, un estudio realizado por científicos británicos descartó ya hace años que esta bebida se pueda relacionar de manera directa con problemas cardiovasculares.
Aumenta la longevidad
La ciencia tiene muchas más cosas interesantes que decir sobre el café. Recientemente, investigadores españoles han publicado un estudio que asocia el consumo del café con una mayor longevidad en población mediterránea. Los resultados de esta investigación no sorprenden, sino que corroboran los datos de un amplísimo trabajo anterior que incluyó medio millón de personas de 10 países europeos y llegó a la conclusión de que reduce los riesgos de muerte prematura.
Antes de que nos pongamos como locos a beber café hay que tener en cuenta que todo tiene un límite, aunque es elevado. Un informe de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) estimó recomendable no superar los 400 mg al día. ¿Y eso cuánto es? Teniendo en cuenta que una taza habitual puede variar entre los 20 y los 80 mg, hay que tomarse unas cuantas para llegar a esa cifra (al menos cinco bien cargadas).
Prevención de enfermedades y algún riesgo
Muchos otros estudios nos ponen sobre la pista de efectos positivos. Por ejemplo, tanto el café como el té podrían ayudar en la prevención de la diabetes. También sabemos que los posos del café tienen hasta 500 veces más capacidad antioxidante que la vitamina C. E incluso que podría prevenir el ictus.
Ya sólo nos faltaría que el café adelgace, pero eso no lo podemos afirmar todavía, al menos en humanos, porque sí hay un estudio según el cual altas dosis de cafeína provocan ese efecto sobre los ratones.
Pero como no hay en la vida con una sola cara, existen investigaciones que han encontrado cierta relación entre el consumo de cafeína y un mayor riesgo de aborto.
[Más información: El peligro oculto de las cápsulas de café]
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