Una dieta alta en sal puede afectar negativamente a la función cognitiva al causar una deficiencia del óxido nítrico compuesto, que es vital para mantener la salud vascular en el cerebro, según un nuevo estudio en ratones de investigadores del Weill Cornell Medicine de Nueva York y publicado en la revista Nature. Cuando los niveles de óxido nítrico son demasiado bajos, se producen cambios químicos en la proteína tau en el cerebro, lo que contribuye a la demencia.
En el estudio, los investigadores buscaron comprender la serie de acontecimientos que vinculan el consumo de sal y la mala cognición, y concluyeron que reducir la ingesta de sal y mantener los vasos sanguíneos sanos en el cerebro puede "evitar" la demencia. La acumulación de depósitos de tau se ha implicado en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer en humanos.
"Nuestro estudio propone un nuevo mecanismo por el cual la sal media el deterioro cognitivo y también proporciona más evidencia de un vínculo entre los hábitos dietéticos y la función cognitiva", señala el autor principal del estudio, el doctor Giuseppe Faraco, profesor asistente de investigación en Neurociencia en el Cerebro y la Familia del Feil y Mind Research Institute de la Weill Cornell Medicine.
El nuevo estudio se basa en la investigación publicada el año pasado en Nature Neuroscience por el doctor Faraco y el autor principal doctor Costantino Iadecola, director del Instituto Feil Family de Investigación de Mente y Cerebro, y la Profesora de Neurología Anne Parrish Titzell de la Weill Cornell Medicine.
El estudio de 2018 encontró que una dieta alta en sal causaba demencia en ratones. Los roedores no pudieron completar las tareas de la vida diaria como construir sus nidos y tuvieron problemas para pasar las pruebas de memoria. El equipo de investigación determinó que la dieta alta en sal estaba causando que las células en el intestino delgado liberen la molécula interleucina-17 (IL-17), que promueve la inflamación como parte de la respuesta inmune del cuerpo.
IL-17 entró en el torrente sanguíneo y evitó que las células en las paredes de los vasos sanguíneos que alimentan el cerebro producieran óxido nítrico. Este compuesto funciona relajando y ensanchando los vasos sanguíneos, permitiendo que la sangre fluya. Por el contrario, la escasez de óxido nítrico puede restringir el flujo sanguíneo.
Según estos hallazgos, el doctor Iadecola, el doctor Faraco y sus colegas teorizaron que la sal probablemente causaba demencia en ratones porque contribuía a restringir el flujo sanguíneo al cerebro, esencialmente hambriento. Sin embargo, a medida que continuaban su investigación, se dieron cuenta de que el flujo sanguíneo restringido en ratones no era lo suficientemente grave como para evitar que el cerebro funcionara correctamente.
"Pensamos que tal vez había algo más aquí", explica el doctor Iadecola. En su nuevo estudio, los investigadores encontraron que la disminución de la producción de óxido nítrico en los vasos sanguíneos afecta la estabilidad de las proteínas tau en las neuronas. Tau proporciona estructura para su andamiaje, también llamado citoesqueleto, que ayuda a transportar materiales y nutrientes a través de las neuronas para apoyar su función y salud.
"La tau se vuelve inestable y sale del citoesqueleto, causando problemas", apunta el doctor Iadecola. Una vez que la tau se desprende, la proteína puede acumularse en el cerebro y causar problemas cognitivos. Los investigadores determinaron que niveles saludables de óxido nítrico mantienen la tau bajo control. "Pone freno a la actividad causada por una serie de enzimas que conducen a la patología de la enfermedad de tau", añade.
Para explorar aún más la importancia de la tau en la demencia, los investigadores dieron a los ratones una dieta alta en sal y restringieron el flujo sanguíneo al cerebro con un anticuerpo para promover la estabilidad de la tau. A pesar del flujo sanguíneo restringido, los investigadores observaron una cognición normal en estos ratones. "Esto demostró que eso es lo que realmente causó que la demencia fue la tau y no la falta de flujo sanguíneo", prosigue el doctor Iadecola.
Aunque se necesita más investigación sobre el consumo de sal y la cognición en humanos, el estudio actual en ratones es un recordatorio para que las personas deben regular el consumo de sal, añade el doctor Iadecola. "Y las cosas que son malas para nosotros no provienen de un salero, sino de alimentos procesados y de restaurantes", advierte. "Tenemos que mantener la sal bajo control. Puede alterar los vasos sanguíneos del cerebro y hacerlo de manera cruel".
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