El Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Cataluña (CODINUCAT), la Sociedad Científica Española de Dietética y Nutrición (SEDYN), la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y la Confederación Estatal de Consumidores y Usuarios (CECU) se han sumado al movimiento 'Pro-Nutriscore', en el que se solicita a la Comisión Europea que declare obligatorio el 'Nutriscore' en toda Europa.
La iniciativa cuenta con el apoyo de 34 entidades de salud y de consumidores francesas. De hecho, hace pocos días, la ministra de salud de Alemania, Julia Klöckner, anunció que a partir de 2020 será implantado este etiquetado en su país, por lo que las organizaciones alemanas de consumidores, como Foodwatch, se han sumado también al movimiento que exige su obligatoriedad en toda Europa.
En este sentido, la OCU ha recordado que para imponer a las grandes empresas de alimentación el logotipo nutricional 'Nutriscore', que hasta el momento tiene carácter voluntario, es necesaria una modificación del Reglamento de la Unión Europea sobre información para los consumidores (INCO).
Para conseguirlo, las asociaciones de consumidores miembros de la Oficina Europea de las Asociaciones de Consumidores (BEUC, por sus siglas en inglés) han puesto en marcha esta iniciativa ciudadana europea (ICE) con el fin de reunir firmas para pedir que se imponga el etiquetado simplificado 'Nutriscore' en los productos alimenticios y, de esta forma, garantizar una información nutricional "de calidad" a los consumidores europeos.
España anunció el año pasado su intención de adoptar este sistema de etiquetado frontal, si bien, debido al Reglamento de la Unión Europea sobre la información al consumidor (INCO), adoptado en 2011, la inclusión del etiquetado frontal tiene carácter voluntario, lo que supone que queda "al libre albedrío" de las empresas el colocarlo o no en sus productos.
"El Reglamento Europeo de 2011, que entró en vigor en diciembre de 2014, determinó como obligatorio un etiquetado nutricional, situado en la parte posterior de los envases, que numerosos estudios han demostrado que es incomprensible para la gran mayoría de los consumidores, mientras que el Nutriscore es totalmente claro y comprensible", ha dicho la presidenta del CODINUCAT, Nancy Babio.
Este 'semáforo nutricional' consiste en una atribución de puntos en función de la composición nutricional por 100 g del producto. Según su cómputo de calorías, azúcares simples, ácidos grasos saturados y sodio, obtendrán entre 1 y 10. Después, se les restarán hasta 5 puntos en base a los elementos "favorables"que contengan (proteínas si son de origen vegetal, fibras y porcentaje de frutas, verduras, leguminosas y frutas oleaginosas). El algoritmo, con algunas adaptaciones para bebidas, materias grasas y queso, determinará el resultado final.