El 70 por ciento de los españoles tiene que mejorar su alimentación para disminuir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, según los primeros resultados que se desprenden del lanzamiento del 'Oncosaludómetro', impulsado por la organización CRIS contra el cáncer.
"De hecho, de las cinco variables que hemos analizado, la que presenta más oportunidad de mejora es la alimentación. Solamente un 30 por ciento de los participantes podría decirse que llevan una alimentación sana y por tanto presentan una fuerte protección contra todos aquellos tipos de cánceres relacionados con un patrón insano", ha dicho la creadora del 'Oncosaludómetro', Emilia Gómez Pardo.
De hecho, el Fondo Mundial para la Investigación en cáncer asegura que uno de cada tres cánceres se podría evitar con un peso saludable, una alimentación sana y una vida activa. "Es por ello, y a la vista de los resultados que junto a CRIS contra el cáncer hacemos un llamamiento a la población para que se conciencie de que cambiando estos hábitos se puede prevenir el cáncer, y que el cambio está en sus manos", ha apostillado.
En concreto, el trabajo ha puesto de manifiesto que el 70 por ciento de los encuestados deberían de mejorar su alimentación, basándose en el estudio del consumo de: frutas y verduras, cereales integrales, carne roja, carnes procesadas, bebidas azucaradas y alimentos procesados.
Además, un 73 por ciento de los españoles que no cumple con el objetivo marcado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, de ellos, un 10 por ciento se encuentra en situación de alto riesgo por su bajo consumo de frutas y verduras, y un 69 por ciento que consume poco o nada cereales integrales.
"Es necesario incluir en la dieta estos alimentos protectores de la salud. España ha sufrido una transformación nutricional en los últimos años muy preocupante. Hemos bajado considerablemente el consumo de frutas y verduras (un 40%) y el de legumbres (un 60%) y lo hemos sustituido por el llamado patrón occidental (por contraposición al termino geográfico de mediterráneo) en el que mayoritariamente se consumen productos cárnicos y procesados", ha recalcado Gómez.
En este sentido, la experta ha asegurado que una ingesta alta de fibra podría disminuir los riesgos de enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular, hipertensión, diabetes y cáncer. "Alcanzar la cifra recomendada te protege de padecer cánceres de alta prevalencia, como son el de mama y pulmón, y alcanzando la cifra de reducción del 20 por ciento en el caso de cáncer colorrectal", ha apostillado.
Por otro lado, la herramienta ha señalado que el 40 por ciento de la población debe reducir el consumo de carne roja, más del 50 por ciento tiene que mejorar el consumo de carne procesada, un 30 por ciento también tiene que bajar el consumo de bebidas azucaradas y el 50 por ciento debería quitar de su dieta los alimentos procesados.
"Hay que tener muy presente que los ultraprocesados son productos muy pobres en nutrientes, normalmente altos en calorías y además con cantidades muy relevantes de sal, azúcar, harinas refinadas y grasas no siempre saludables. La razón para disminuir su consumo es que estos productos procesados contribuyen a la ganancia de peso y tienen además una estrecha relación con las enfermedades cardiovasculares, y desde luego con el cáncer. La ciencia ha puesto encima de la mesa resultados que no podemos obviar: el incremento en su consumo es proporcional al incremento de padecer un cáncer de forma general y muy concretamente de mama", ha zanjado la doctora.