Cuando se mide el colesterol a nivel sanguíneo, existen varios factores a tener en cuenta: el colesterol total, el mal llamado "colesterol malo" o LDL, el "colesterol bueno" o HDL, y los triglicéridos o ácidos grasos sanguíneos circulantes. La lógica haría pensar que el colesterol total sería la suma del colesterol HDL y LDL, pero no es así, dado que realmente el colesterol LDL se calcula basándose en los triglicéridos, motivo por el cual es importante conocer su cuantía también.
Ahora, un grupo de investigadores del Centro Médico UT Southwestern sugeriría que el problema sería cómo se mide el HDL. Y es que, según su nuevo trabajo, medir mejor el colesterol HDL ayudaría a calcular realmente el riesgo de sufrir un infarto, sobre todo en personas de raza negra.
Habitualmente se tiende a llamar erróneamente al colesterol HDL "colesterol bueno", pues un nivel elevado de estas lipoproteínas de alta densidad se habrían relacionado con un menor riesgo de muerte por causas cardiovasculares. Sin embargo, diversas investigaciones sugieren que un exceso de colesterol HDL podría no ser tan bueno, llegando a dar lugar a más riesgo de sufrir otras enfermedades.
Aún así, un nivel elevado de colesterol HDL sigue siendo mejor opción, manteniendo un colesterol LDL reducido.
En el nuevo estudio, publicado en la revista Circulation, gracias a datos de más de 15.000 personas, se llegó a la conclusión de que el problema radicaría en la forma de medir el colesterol. En las analíticas las cantidades de colesterol y sus tipos se dan en miligramos por decilitro; sin embargo, sugieren los investigadores, la mejor opción sería contar el número de partículas de colesterol HDL.
Y es que, a pesar de ser una medida poco utilizada, el número de partículas HDL sería una forma más confiable para predecir el riesgo de sufrir un infarto o un ictus que medir la cantidad total de HDL de forma estándar como se hace hoy en día.
Y, además, esta forma de medir el colesterol sería más importante si cabe dependiendo de la raza: en personas de raza negra en particular, ninguna forma de medir el colesterol HDL se asociaría con un nivel de riesgo determinado de sufrir un infarto.
Según puntualiza Anand Rohatgi, profesor asociado de medicina interna del UT Southwestern, en estudios anteriores ya se habría analizado la relación entre el nivel de HDL y el riesgo cardiovascular; pero no se habría tenido en cuenta el género y la raza de los individuos estudiados de forma tan específica, ni tampoco la asociación real entre los niveles de HDL y dicho riesgo. Simplemente se decía, y se sigue diciendo, que "cuanto más colesterol HDL, mejor".
El colesterol como nutriente es necesario para el ser humano, dado que tiene funciones esenciales en la producción de hormonas, o formando parte de las paredes de las células. Pero, cuando existen unos niveles excesivos de lipoproteinas de baja densidad o LDL, la evidencia científica indica que existe un alto riesgo de acumulación de colesterol en los vasos sanguíneos, formando las conocidas placas grasas o de ateroma: a largo plazo, estas placas pueden bloquear los vasos sanguíneos, o bien liberarse a la circulación general bloqueando otros vasos más pequeños a larga distancia en forma de "émbolos grasos".
El colesterol HDL, por su parte, ayudaría a reducir el colesterol acumulado en los vasos sanguíneos. Sin embargo, los estudios más recientes han llegado a conclusiones dispares sobre la asociación entre colesterol HDL y beneficios para la salud.
En este caso, en el nuevo trabajo, Rohatgi y sus colegas reunieron información sobre miles de personas que habían participado en cuatro grandes estudios nacionales: el Estudio del Corazón de Dallas, el Estudio de Riesgo de Aterosclerosis en las Comunidades, el Estudio Multiétnico de Aterosclerosis y el Estudio de Prevención de la Enfermedad Renal Terminal y Vascular. De media, se siguió a los participantes entre 8 y 12 años durante los estudios. El 54% de los participantes eran hombres y el 46% mujeres, mientras que en cuanto a la raza se refiere, un 22% de los participantes eran de raza negra.
Se tuvo en cuenta datos como los niveles de HDL-c o niveles estándar de HDL, los niveles HDL-p o número de partículas totales de HDL. Ambas medidas son importantes, dado que una misma partícula puede contener más o menos cantidad de colesterol.
Según sus conclusiones:
- De media en total, las personas con niveles más altos de colesteol HDL-p, con niveles superiores a 37 mmol/L, tendrían un 37% menos de riesgo de sufrir un infarto cardíaco, y un 34% menos de riesgo de sufrir un ictus, respecto a los que tenían unos niveles más bajos de partículas de este tipo de colesterol.
- Las mujeres, por su parte, tenían una asociación beneficiosa más potente si cabe: aquellas con los niveles más altos de HDL-p tenían hasta un 49% menos de riesgo de sufrir un infarto cardíaco, y hasta un 46% menos de riesgo de sufrir un ictus.
- En general, un nivel de HDL-c o cantidad total de HDL sí se asociaba con el riesgo de sufrir un infarto, pero no parecía tener riesgo alguno con el riesgo de sufrir un ictus.
- En las personas de raza negra, los resultados fueron diferentes: ni los niveles de HDL-c ni de HDL-p se relacionaban con el riesgo de sufrir un infarto.
Por tanto, según los investigadores, medir los niveles de colesterol HDL tendría sentido si se busca predecir el riesgo de sufrir un infarto cardíaco o un ictus en individuos de raza blanca, pero no tanto en individuos de raza negra.
Saber esto sería relevante en la práctica clínica diaria, según los mismos investigadores: los médicos usamos los datos de los niveles de colesterol a diario, y unos niveles más altos o más bajos de alguno de sus subtipos podría marcar la diferencia entre iniciar la toma de medicamentos o no.