En el momento en que decides hacer una dieta o un plan de adelgazamiento para bajar los kilos que sobran, la cosa no termina ahí. Lo importante realmente, viene después: mantener ese peso logrado y no recuperar los kilos perdidos. ¿Pero cómo? ¿Debo para ello hacer dieta de por vida? ¿Debo estar siempre restringiendo mi comida? Nada de eso. La cosa es mucho más sencilla y mucho más saludable.
Cuando se busca perder peso, es clave que la persona aprenda a comer, que adopte unos hábitos saludables de por vida y no vuelva de nuevo a las andadas y recupere rápido lo perdido. "El objetivo es que haya una adherencia a lo largo del tiempo", afirma a EL ESPAÑOL Elena de la Fuente, nutricionista del Hospital Quirónsalud San José (Madrid).
El problema de las dietas cuando no son personalizadas o son muy restrictivas es que funcionan sólo por un corto periodo de tiempo, añade esta profesional. Normalmente, porque el estilo de alimentación no se adapta a la persona. Por eso, cuando decides bajar de peso es importante que sea la dieta la que se adapte a la persona y no al revés. Hay que cambiar el concepto de dieta: es decir, "no se trata tanto de hacer una dieta como tal, sino de cambiar mi alimentación y mis hábitos hacia un estilo de vida más saludable que me permita mantenerlo en el tiempo", afirma.
Igualmente, como comentó en este artículo el vicepresidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, Albert Lecube, una persona puede aplicarse una dieta restrictiva en algún momento puntual si esto le sirve como punto de partida para empezar a cuidarse, para empezar a cambiar su alimentación y adoptar hábitos saludables que le permitan cuidarse y mantenerse en un peso adecuado.
Reducir solo algunos alimentos
Veamos ya cuáles son los 10 consejos que indica de la Fuente, para mantener en el tiempo unos buenos hábitos saludables. En primer lugar, es importante tener en cuenta que no se trata de prohibir alimentos pero sí de reducir el consumo de algunos. La clave de todo es que más o menos que "el 80% de nuestra alimentación sean alimentos de alto valor nutricional y el 20% de alimentos más superfluos o de peor calidad", sostiene.
Es importante para ello, "cambiar el consumo de azúcares simples (cereales refinados o productos que lleven azúcares añadidos o azúcares libres, incluido los refrescos) por granos enteros o hidratos de carbono de absorción más lenta y reducir el consumo de proteínas animales, especialmente las carnes rojas y embutidos y aumentar el consumo de proteínas vegetales, como las legumbres”.
En segundo lugar, insistir que "comer de forma saludable no es incompatible con una comida rica. De ahí la importancia de hacer recetas nuevas que me resulten atractivas y salir de mi zona de confort. Comer es un placer y un momento de autocuidado", apunta la experta.
Como tercer punto -y relacionado con lo anterior- es que las dietas a veces suelen estar asociadas, cuando no son personalizadas, a algo así como un menú impuesto, que nos dicen cómo y cuándo tenemos qué comer. Hay que tener en cuenta que "hay personas que pueden comer tres veces y otras necesitarán más, hay quienes quieren un desayuno más contundente, otros más ligero y otros ni siquiera desayunan. Es clave aprender a respetar nuestras señales de hambre y saciedad", mantiene. De ahí -y en cuarto lugar- que sea importante comer con conciencia. Comer despacio y masticar bien”.
Lo importante no sólo es el peso
En quinto lugar, el objetivo de estos hábitos saludables no tiene que ser solo lo que ponga en la báscula sino otros marcadores, igualmente importantes: cómo me encuentro comiendo de esa forma, si tengo más energía, si mi ritmo intestinal ha mejorado, etc", afirma de la Fuente. Al final, se trata de salud.
El sexto consejo tiene que ver con la planificación de la compra. Sobre todo al principio, sería bueno intentar en la medida de lo posible no dejarlo todo a la improvisación. Hacer una lista de la compra y ver qué voy a necesitar. De esta forma, compraremos menos alimentos no muy saludables.
También es importante, como séptimo punto, saber interpretar el etiquetado de alimentos: saber si es un buen procesado o no. Así como -en octavo lugar- tener en cuenta los picoteos entre horas. Es clave preparar snacks saludables para evitar picotear alimentos no muy recomendables.
Descansar y dormir bien es el consejo número nueve. "Hay estudios que indican una relación directa entre el sobrepeso y la obesidad con la falta de descanso", apunta la experta.
Y por último, no podemos olvidarnos del ejercicio físico. Algo clave para mantener el peso. "Debemos escoger aquella actividad que nos guste y con la que nos sintamos bien", concluye de La fuente.