El primer plato del menú del día suele ser una receta ligera, por lo general. De hecho, lo más habitual es que la verdura sea protagonista a través de distintos tipos de ensaladas. Entre los primeros, también es normal que se ofrezca pasta (macarrones, espaguetis, etc.). La ensalada será una buena elección siempre y cuando predomine en ella la verdura y no acabe siendo pervertida con salsas tipo césar o mayonesas de distinto tipo. Es lo que les ocurre a las ensaladas que podemos comprar envasadas en los supermercados. Así, una ensalada mixta con un chorrito de aceite de oliva virgen será siempre una buena opción, mientras que una ensalada césar, con una salsa ultraprocesada, será una mala alternativa.
Con respecto a la pasta, el principal problema radica en la variedad que se suele utilizar en este tipo de menús, que está elaborada con harina refinada y no es integral. Así lo apunta Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, en su último libro, ¿Qué comes? Ciencia y conciencia para resistir (Planeta, 2020). "Si bien la pasta muy cocida puede ser una opción para las personas que hacen mucho deporte -porque les permite obtener energía rápidamente, que es lo que necesitan en momentos de gran esfuerzo-, el resto de mortales haríamos bien en reducir el consumo de pasta, tomarla al dente y, mejor, optar siempre por pasta integral, rica en fibra y nutrientes beneficiosos ¡Nuestra salud saldría ganando!".