Las cenas y comidas de Navidad no son tan insanas como parece. Es cierto que se come más cantidad de la cuenta pero, generalmente, los alimentos que se sirven esos días en España suelen ser sanos e interesantes desde el punto de vista nutricional: marisco, sopas de pescado, solomillo de ternera asado, cordero, lombarda, ensalada de granada, escarola… El problema suele presentarse con todo lo que se articula en torno a los platos principales: exceso de pan, picoteo graso, salsas, alcohol y, como no, los dulces.
Sin duda, el postre más saludable es la fruta (que hay que tomar a diario y de forma abundante). También el yogur o los frutos secos. Con estos ingredientes se pueden elaborar postres con un toque de sofisticación que los haga más atractivos: unas brochetas o un bol con trocitos de fruta, semillas, miel o con un poco de yogur y frutos secos. Pero, sí, es cierto, estos postres sanos no son tan suculentos como un trozo de turrón de chocolate o un poco de brownie con helado. No es una novedad que estos dulces son una bomba de calorías, grasas y azúcares, y no se recomienda tomarlos a menudo. Pero lo cierto es que el asunto no es tan grave si su consumo es puntual (siempre hablando de personas sanas).
Si estas fiestas se opta por tomarlos, lo mejor será que sean postres elaborados en casa, sin aditivos y sin abusar del azúcar. Tampoco estará de más salir a caminar una hora al día siguiente. Dicho todo esto, a continuación el ránking de los dulces más calóricos de la Navidad.