La mora es una de esas frutas bendecidas con un sabor que gusta a todo el mundo; pero como no solo de relamerse vive el hombre, desgranaremos aquí las propiedades y los beneficios que nos aporta un superalimento que podemos incluso encontrar de forma silvestre. Y es que hay un dato curioso de esta fruta: procede fundamentalmente de dos especies diferentes, pero con aspecto y características similares que hacen que reciban el mismo nombre. Están, por un lado, las moras del género Morus que crecen en el árbol llamado morera, y las del género Rubus que lo hacen en la zarzamora, un arbusto espinoso que florece en toda España. Entre ambos géneros hay catalogadas unas 300 variedades que se diferencian por su forma, su dulzor y, sobre todo, por su gama de colores.
Que se parezca tanto a la frambuesa hace que comparta con esta fruta también una cantidad muy similar de fibra. De hecho, es una de las frutas que más contenido tiene, hasta un 6,6% por 100 gramos, y eso la hace cómplice de una buena salud digestiva y un buen remedio para tratar estreñimiento y atonía intestinal. Baja en calorías y en grasas, también presentan un buen aporte de vitaminas, minerales y otros micronutrientes. La más destacada es la vitamina C, pero también contiene ácido fólico y vitamina E. De hecho, según la Fundación Española de Nutrición (FEN), una ración de moras cubre el 30% de las ingestas recomendadas de esta vitamina.
Sin embargo, desde la FEN destacan por encima de todo sus grandes cantidades de pigmentos naturales (antocianósidos y carotenoides), con gran poder antioxidante para neutralizar la acción de los radicales libres nocivos para nuestro organismo. La mora tiene por ello propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, potencia el sistema inmunológico y contribuye a reducir el riesgo ante enfermedades degenerativas. Un trabajo publicado en la revistra Nutritents ha concluido que además es la mejor fruta que se puede tomar para mantener la salud de la piel, mejorando sustancialmente su hipersensibilidad por contacto al evitar irritación, rojeces e inflamación.
Valor nutricional de las moras
El valor nutricional por 100 gramos de moras según la FEN es el siguiente:
Calorías: 39 kcal
Proteínas: 0,9 g
Grasas totales: 0,2 g
Colesterol: 0 g
Hidratos de carbono: 5,1 g
Fibra: 6,6 g
Calcio: 41 mg
Magnesio: 23 mg
Potasio: 160 mg
Fósforo: 31 mg
Vitamina C: 15 mg
Variedades de moras
Entre la variedad Morus (la que crecen en las moreras) destaca la mora blanca, la mora negra y la mora roja. En la Rubus, las que crecen en las zarzas, se diferencian la pajarera, la mora de los pantanos, la zarzamora, la andina o de Castilla, la naranja y la mora. Además, hay híbridos como la Boysenberry, Loganberry y Youngberry.
Cómo tomar las moras
Antes incluso de incorporarlas a nuestra alimentación, lo más importante es saber cómo conservarlas sin que se nos echen a perder poco después de meterlas en el frigorífico. Su principal enemigo es la humedad y el moho, por eso debemos asegurarnos de que estén secas y libres de bacterias. Para ello podemos sumergirlas en una solución de agua y vinagre (tres partes de agua y una de vinagre) o durante 30 segundos en agua caliente a unos 55 grados. En ambos casos hay que enjuagarlas después en agua fría, lavarlas bajo el grifo y secarlas a conciencia ayudándonos de papel secante.
Lo ideal es acabar guardándolas después en un túper grande y forrado con papel absorbente, con la tapa un poco abierta para evitar la condensación. Podemos tomarlas directamente, frescas, del modo más sencillo, o mezcladas con yogur, queso batido u otras frutas. También podemos licuarlas para zumo o emplearlas para elaboraciones como ensaladas o repostería. En Cocinillas tienen un amplio recetario con frutos rojos, además de la fórmula más fácil para hacer mermelada de moras con la mejor receta casera.
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