Si el huevo es uno de los alimentos que está prácticamente omnipresente en nuestra dieta mediterránea, escoger el huevo cocido es una de las opciones más saludables y menos calóricas de sus muchas elaboraciones. Se puede decir sin miedo que en España somos unos auténticos fanáticos de los huevos, puesto que consumimos una media de 9,73 kilogramos por persona al año, según los últimos datos que refleja el informe de consumo de alimentación y bebidas que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Además, lejos de aquellos mitos que convertían al huevo en un villano de película, ahora sabemos que comerlo a diario es del todo recomendable.
No hay que olvidar que el huevo es el rey de las proteínas y contiene las de mejor calidad porque, tal y como recuerdan desde el Instituto Español de Estudios del Huevo, son las que más se parecen a las que nuestro organismo demanda. Sus nutrientes son muy valorados desde las primeras etapas de la vida al favorecer el desarollo del embrión y el crecimiento de los bebés lactantes, pero también el de niños y adolescentes, ayudando asimismo a conservar la masa muscular en las personas adultas. No en vano, las principales funciones de las proteínas pasan por mantener los tejidos, sobre todo los musculares y los óseos.
Además de las proteínas, los huevos nos aportan una alta proporción de aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no fabrica y necesita obtener de los alimentos, además de ser ricos en ácido oleico monoinsaturado muy beneficioso para la salud cardiovascular y hepática. Son una gran fuente de colina, que es un nutriente esencial cuya deficiencia provoca problemas de crecimiento, infertilidad, hipertensión o pérdida de memoria, entre otros. Asimismo, cuenta con casi todas las vitaminas a excepción de la C y una gran presencia de minerales como el fósforo, el sodio y el potasio.
Valor nutricional del huevo
Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), el valor nutricional por 100 gramos de huevo crudo es el siguiente:
Calorías: 150 kcal
Proteínas: 12,5 gramos
Grasas totales: 11,1 gramos
Calcio: 57 miligramos
Sodio: 140 miligramos
Potasio: 130 miligramos
Fósforo: 200 miligramos
Los huevos y la dieta
Aunque algunas elaboraciones con huevos están muy alejadas de lo que entendemos como un plan saludable para bajar de peso, como los huevos fritos o la tortilla de patata, lo cierto es que la FEN los recomienda como uno de los pilares de las dietas siempre que sean cocidos o pasados por agua. Una de sus cualidades más preciadas en este ámbito es su efecto saciante, que provoca que la sensación de hambre se retarde y evitar así picar entre horas, de modo que se recomienda incorporarlo ya en la primera comida del día, el desayuno.
Para un aporte calórico todavía menor, debemos decantarnos por las claras en vez de las yemas, que acumulan más grasa y calorías. Según los datos del Instituto del Huevo, dos huevos crudos de tamaño grande aportan unas 150 calorías, que supone un 7% de la energía recomendada para una persona adulta en un día. Sin embargo, poca gente consume huevos crudos y la mayoría optamos por cocinarlos de una u otra forma y es ahí donde la balanza calórica se inclina hacia uno u otro sitio.
Las calorías del huevo cocido
Si un huevo frito, por ejemplo, aumenta sus calorías hasta llegar a las 185 por 100 gramos de producto según la Base de Datos Española de Composición de Alimento, cuando hablamos de un huevo cocido las calorías bajan a unas 76 por unidad, menos de la mitad. Otra opción muy frecuente a la hora de consumir este alimento es hacerlo revuelto, una fórmula saludable siempre y cuando no se aderece con extras que aumenten su potencial calórico.
En cuanto a los huevos cocidos, según su tiempo de cocción distinguimos varios tipos:
-Huevos a la coque. De consistencia semilíquida, se consiguen al dejarlos cocer entre 2 y 3 minutos.
-Huevos poché o escalfados. Cociendo el huevo sin cáscara, por ejemplo envuelto en papel film, y en agua con un chorro de vinagre, unos 3-4 minutos.
-Huevos pasados por agua. Si los dejamos entre 4-5 minutos conseguimos que la clara se solidifique y que el interior se vuelva lechoso, con la yema caliente para comer con cuchara.
-Huevos mollet. Si aumentamos la cocción a los 5-6 minutos se quedará la clara cocida y la yema semilíquida.
-Huevos duros. Si alargamos la cocción más allá de los 8 minutos conseguimos unos huevos duros, consistentes, para comer tal cual o elaborar sabrosas recetas.
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