Por primera vez desde que comenzó la crisis del Zika, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha transmitido un mensaje de relativa calma en un asunto que preocupa a Europa desde que empezaron los problemas: el riesgo de transmisión del virus una vez que los mosquitos vectores del patógeno salgan del periodo de hibernación -la primavera tardía y el verano- es de bajo a moderado en el Viejo Continente.
Así, tal y como ya preveían los expertos, será difícil que se replique en estos lares una situación similar a la que se vive en América, por la sencilla razón de que el principal transmisor del virus, el mosquito Aedes aegypti, es una excepción en este área.
No todos los países de la región europea de la OMS tienen el mismo riesgo y España está en la zona alta de la lista, pero las posibilidades de que el virus campe a sus anchas por nuestro país han sido calificadas de "moderadas" por el organismo sanitario, un estatus que comparte con otros 18 países, que suponen el 33% de los incluidos en la región. La mayoría de las naciones, 36 -un 66%- tienen un riesgo bajo, muy bajo o inexistente.
La razón por la que España no está entre esas afortunadas es porque en el país existe uno de los vectores del Zika, el Aedes albopictus, aunque no es el principal. Sólo en las regiones donde se ha registrado presencia de éste último, Aedes aegypti, el riesgo de transmisión del Zika se ha calificado de alto. En Europa son sólo tres: la isla de Madeira, el área del Mar Negro perteneciente a Georgia y la que se sitúa en la Federación Rusa.
Según comenta a EL ESPAÑOL Antoni Trilla, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), lo que se espera en España serían, de haberlos, "casos esporádicos", bien porque un mosquito local pique a un viajero de una zona endémica que vuelva a España y transmita ese virus a población autóctona o bien por transmisión sexual. "Ocurriría como con el chikungunya, que es un antecedente parecido", resalta.
La OMS ha establecido una serie de recomendaciones para los países europeos, que incluyen el refuerzo de actividades de control vectorial, el equipamiento a los centros sanitarios para que puedan detectar rápidamente el primer caso de transmisión local europeo cuando tenga lugar y el refuerzo de métodos de diagnóstico de la infección, entre otras.
Así mismo, han pedido a los europeos del norte que viajen al sur que se protejan de las picaduras de mosquitos, lo que se consigue vistiendo prendas de color claro y de manga larga.
Trilla cree que hay que reforzar también la idea de dedicar esfuerzos a reducir la población del mosquito tigre, un vector "no tan eficaz" como Aedes aegypti. Para ello, recomienda el experto, hay que "hacer caso a los ayuntamientos" y seguir medidas simples como evitar dejar agua estancada en el jardín donde puedan criar estos insectos.
En una tabla de países de riesgo que ha publicado la OMS, España ocupa el sexto puesto, precedida por Francia, Italia, Malta, Croacia e Israel.