"Los que tienen problemas con el frío son los refugiados que pasan estas temperaturas en tienda de campaña", ironiza el especialista en Medicina de Familia y Comunitaria Vicente Baos al ser preguntado sobre los riesgos de la ola de frío que ha comenzado en España. El médico, no obstante, reconoce que las condiciones climáticas desfavorables sí empeoran ciertos problemas de salud. Para evitarlos, recomienda un fármaco barato pero en franco desabastecimiento: el sentido común.
Virus respiratorios
En invierno, los virus respiratorios circulan más y mejor, explica Baos. Entre ellos destaca la gripe, aunque "ni siquiera es el más frecuente". El virus del resfriado común, mucho más ajeno a los medios de comunicación, es más habitual en estas fechas.
Además, como explicó a este diario el jefe de Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Trilla, los patógenos sobreviven algo más en temperaturas más bajas y el frío se suele acompañar de una menor humedad, que hace que los virus sean también capaces "de mantenerse más tiempo en el aire".
Baos coincide con el experto catalán y añade también que es más normal estar juntos y encerrados cuando suben las temperaturas y, en definitiva, ser más vulnerables a los virus.
La mayoría de la gente que enferma por las bajas temperaturas están bien abrigadas y con calefacción
Esto hace que se dé una aparente paradoja, que la mayoría de la gente que enferma por las bajas temperaturas sean personas que están bien abrigadas y en sitios con calefacción.
Agravamientos de patologías de base
Baos apunta a que el frío como el que ha comenzado esta semana en España también es perjudicial para personas con determinadas patologías de base. "No es recomendable que salgan a un aire frío los cardiópatas con angina inestable, porque éste puede precipitar una angina de pecho", comenta.
Algo similar sucede con los asmáticos, a los que el frío no les sienta bien ya que la exposición al mismo puede favorecer las crisis de asma.
Otros problemas de salud leves asociados a bajas temperaturas son los sabañones y el llamado pie de trinchera, un síndrome consistente en un edema rojo y doloroso en el pie. Ambas condiciones sólo se dan tras la exposición a un frío bastante elevado y durante un tiempo prolongado.
Hiportermia
Por supuesto, el frío extremo puede causar problemas importantes para la salud, pero no deberían aparecer en el contexto habitual en el que nos movemos en España, sino en personas que se exponen a altas temperaturas -más de las que se prevén para esta semana- sin la protección mínima necesaria y, sobre todo, durante mucho tiempo.
El más grave de los efectos adversos del frío es la hipotermia, que ocurre cuando el cuerpo pierde más calor del que puede generar y la temperatura desciende por debajo de los 35 grados.
Los síntomas de este síndrome incluyen somnolencia, debilidad y pérdida de coordinación, confusión y temblor incontrolable, entre otros. Sin tratamiento oportuno, se puede presentar letargo, paro cardíaco, shock y coma. La hipotermia puede ser mortal.