La anorexia nerviosa es uno de los trastornos de la alimentación más conocidos y extendidos de la actualidad. Anteriormente se pensaba que se trataba de una enfermedad psiquiátrica, donde aquel que la sufre siempre piensa que se encuentra en un sobrepeso, cuando realmente puede estar sufriendo incluso un peso en el límite o muy inferior a la normalidad.
Ya en el pasado año 2012 un estudio sugirió que la anorexia tiene causas genéticas, e incluso algún estudio ha sugerido tratar la enfermedad apuntando directamente a unos genes específicos; aunque posteriormente otras investigaciones han sugerido la posibilidad de que la enfermedad fuese causada por una bacteria.
La genética de la anorexia
Ahora, un reciente estudio llevado a cabo por los investigadores del King College de Londres, la Universidad de Carolina del Norte y la Universidad de Stanford, y publicado en la American Journal of Psychiatry, no solo sugiere que la anorexia tiene una importante carga genética: la anorexia puede ser hereditaria y transmitirse de padres a hijos.
Para el estudio, los investigadores compararon el código genético de 3.400 personas con anorexia, con el objetivo de detectar diferencias con personas que no sufren dicha enfermedad.
Actualmente, según la Asociación Española de Pediatría, se estima que hasta el 1% de mujeres adolescentes sufre anorexia nerviosa y alrededor del 2-4% sufren bulimia nerviosa; aunque también existen casos que se desarrollan incluso tras los 40 años o durante la infancia.