La extraña enfermedad que alarga los huesos y ha acabado la carrera de una promesa de la NBA
El jugador del SLUC Nancy Basket Jonathan Jeanne era uno de los favoritos para entrar en las 30 primeras posiciones de la lotería del 'Draft' de la liga de baloncesto de EEUU.
10 junio, 2017 01:35Noticias relacionadas
En el baloncesto, y sobretodo en la posición de pívot, la altura de un jugador es un factor clave. Sin embargo, el baloncestista Jonathan Jeanne acaba de ver cómo se trunca su carrera en la NBA debido a que su cuerpo crece demasiado.
El pívot francés de 19 años y 2.18 metros de altura ha sido diagnosticado de síndrome de Marfan. Este desorden físico de origen genético afecta al tejido conectivo, que ayuda a proveer de nutrientes a las células, da forma y fortaleza a otros tejidos y ayuda a que éstos realicen sus funciones.
El jugador, hasta ahora en las filas del equipo francés SLUC Nancy Basket, era uno de los favoritos para entrar en las 30 primeras posiciones en la lotería del Draft de la NBA. Incluso había hecho pruebas con el equipo canadiense de los Toronto Raptors.
Fue precisamente en los exámenes médicos que se le realizan a los jugadores con opciones de participar en la próxima temporada en la liga norteamericana donde se le detectó esta patología. Según ha comunicado su agente al medio estadounidense The Vertical, el jugador se sometió a una resonancia magnética que mostró algo anormal en su espina dorsal. Después de más pruebas, este jueves le han confirmado que sufre el síndrome de Marfan.
Según el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de EE.UU, los pacientes de esta dolencia ven afectados su esqueleto, el corazón y vasos sanguíneos, los ojos, la piel, el sistema nervioso y los pulmones.
Personas extremadamente alargadas
En la apariencia física, los enfermos tienen los huesos más largos de lo normal, la cara larga y estrecha, los dientes apiñados porque el paladar está arqueado, el esternón abultado hacia afuera o formando un hueco hacia adentro, la columna vertebral encorvada y los pies planos.
Además, los pacientes suelen presentar problemas en las válvulas del corazón, que pueden causar un soplo cardíaco. Dificultad para respirar, cansancio y un ritmo cardíaco rápido o irregular son otros de los síntomas del síndrome. Por otra parte, la enfermedad también produce debilidad en la aorta, lo que puede provocar que se desgarre o se rompa.
En cuanto a la afectación a la vista, los afectados sufren de miopía, glaucoma a una edad joven, cataratas, dislocación de uno o ambos cristalinos del ojo y desprendimiento de la retina del ojo.
El síndrome de Marfan produce también rigidez de los alvéolos, colapso de un pulmón provocado por el estiramiento o la hinchazón de los alvéolos pulmonares, ronquidos o apnea del sueño.
El principal problema de esta enfermedad es que no tiene cura, ya que la provoca una alteración en el cromosoma 15. En los últimos años, debido sobretodo a la cirugía preventiva de la aorta, se ha conseguido aumentar la esperanza de vida de los pacientes desde los 45 a los 72 años.
Precedente alentador
En el año 2014, otro joven jugador recibió el mismo diagnóstico en condiciones similares. El estadounidense Isaiah Austin, que jugó en la Universidad de Baylor, descubrió también que tenía el síndrome de Marfan poco tiempo antes del Draft.
En principio, los médicos le dijeron que a sus 20 años no iba poder volver a jugar al baloncesto profesionalmente. Sin embargo, en enero de este año el jugador debutó con el equipo FMP Železnik de la primera división serbia con 9 puntos, 3 rebotes, 1 triple y 1 tapón.