Este es el doble de Tyrion Lannister, un ‘niño’ de 23 años con una extraña enfermedad

Un hombre atrapado en el cuerpo de un niño. Grosso modo, ésta podría ser la explicación de la enfermedad que sufre Tomislav Jurcec. Puede que el nombre de este joven actor croata no les suene de nada. Sin embargo, la cosa cambia si les decimos que es el doble de Peter Dinklage -Tyrion Lannister- en Juego de Tronos, la celebérrima serie de HBO.

Jurcec, de 23 años, comenzó a formarse como actor desde muy pequeño en una escuela de teatro infantil croata y ha ido alternando trabajos más o menos profesionales como actor hasta que le llegó la oportunidad de participar en la serie en el año 2012. Desde entonces, ha hecho diversas incursiones en los rodajes de la tercera, cuarta y quinta temporada. Y no sólo como doble, sino que también ha aparecido en la pequeña pantalla como uno de los caminantes blancos en alguna ocasión.

Paradójicamente, su baja estatura (1,60 metros) y su cara de niño le han permitido abrirse paso en el mundo del cine, tal y como él mismo ha reconocido en unas recientes declaraciones al diario británico Daily Mail. Su enfermedad, sin embargo, también le plantea dificultades en el día a día, sobre todo a la hora de comprar bebidas alcohólicas u otros productos con restricciones de edad. Él afronta este tipo de situaciones de la mejor manera. "Levanto la cabeza, sonrío, doy mi DNI y el siguiente paso es: 'Aquí están sus cigarrillos. Gracias y adiós'", explica.

Pero, ¿qué es lo que le ocurre?

Aunque el actor no ha especificado cuál es el trastorno del crecimiento que le afecta, el problema que sufre Tommy podría tener que ver con la glándula pituitaria. La también llamada hipófisis se encuentra situada detrás de la nariz, en la base del cerebro, tiene el tamaño de un guisante y es la encargada de controlar el equilibrio de las hormonas y de generar otras como la del crecimiento. Jurcec tiene una deficiencia en la producción de ésta última.

Los mecanismos que pueden provocar este déficit pueden ser varios: desde una producción anómala de la misma hasta defectos o alteraciones en los receptores de la hormona, que se encuentran en las células del organismo.

Tomislav Jurcec sentado en el Trono de Hierro. Facebook

Los síntomas de esta enfermedad suelen descubrirse durante la infancia, ya que el niño no cumple con la curva de crecimiento habitual y su desarrollo se vuelve mucho más lento. El niño suele ser mucho más bajo que la gente de su edad. Pero no sólo eso. Además, el desarrollo de sus rasgos faciales, como le ocurre a este doble de Juego de Tronos, también se queda estancado y muestran los de una persona mucho más joven.

El tratamiento más habitual para tratar esta afección incluye inyecciones de hormonas que a menudo pueden aplicarse los propios pacientes, en función de su edad. Sin embargo, resulta imprescindible la detección temprana para que el desarrollo del niño no se vea seriamente comprometido. Si no se administra un tratamiento adecuado, la llegada a la pubertad del sujeto podría retrasarse y el déficit de la hormona del crecimiento lo abocaría a una baja estatura para siempre.