Aunque dejar de fumar es una tarea compleja si se llevan muchos años consumiendo tabaco, vale la pena teniendo en cuenta los múltiples efectos perjudiciales que acarrea el humo de un simple cigarrillo.
Ahora bien, se suele decir que dejar de fumar puede llegar a 'curar los pulmones', dejándolos incluso sin secuelas cuando pasa cierta cantidad de tiempo. Esto es cierto hasta cierto punto, como bien ha explicado el Norman Edelman, asesor científico senior de la Asociación Americana del Pulmón a LiveScience.
Cómo se curan los pulmones
Según Edelman, tan pronto como se inhala el humo del tabaco, cientos de sustancias químicas inflaman e irritan el tejido pulmonar interno, un efecto que puede durar incluso varias horas. La mucosidad natural de dicho tejido y el polvo inhalado se vuelven más complicados de limpiar, e incluso se produce un aumento del espesor de dicha mucosidad con el paso del tiempo. Esto provoca la tos y la posible obstrucción de determinadas zonas de los pulmones, aumentando el riesgo de sufrir infecciones pulmonares agudas o crónicas, como la enfermedad pulmonar crónica o EPOC.
Si se deja de fumar, algunos de estos cambios inflamatorios pueden revertirse a corto plazo, e incluso puede disminuir el exceso de mucosidad creado por dicha inflamación causada por el tabaco. El tejido pulmonar podrá limpiarse correctamente y, en días o semanas, un ex-fumador puede notar que respira mejor al hacer ejercicio.
Las causas por las que mejora la tolerancia al ejercicio se desconocen, según comenta Edelman, pero se especula que parte de dicha mejora se debería a la menor cantidad de monóxido de carbono, uno de los gases que forman parte del humo del cigarrillo, fluyendo por la sangre.
Asimismo, otra de las razones por las que mejora la respiración en un ex-fumador es la disminución de la inflamación de las capas internas del tejido pulmonar, ya que dicho tejido ya no está expuesto a la irritación. Aunque, paradójicamente, cuando se deja de fumar se suele toser más durante las primeras semanas respecto a cuando se consumía tabaco a diario.
Edelman explica que dicha tos es un buen signo, ya que implica que las células de limpieza del pulmón se han vuelto a activar y sus finos pelos tienen muchas secreciones y mucosidad que expulsar por la garganta.
Finalmente, otro beneficio para la salud de dejar de fumar es la reducción del riesgo de sufrir cáncer de pulmón, ya que cuanto más tiempo se pase sin fumar, menor será dicho riesgo. 10 años después de dejar de fumar, las probabilidades de sufrir cáncer de pulmón de un ex-fumador son aproximadamente la mitad que las de un fumador.
El daño irreversible del tabaco
Aunque dejar de fumar reporta muchos beneficios y repone la salud pulmonar, existen cosas que no pueden volver a ser como antes, como bien explica Edelman: algunos daños son irreversibles.
Existe una medida usada en medicina para saber cuánto daño pulmonar existe en un fumador: el número de paquetes de tabaco por año. Dicha medida surge de multiplicar el número de paquetes diarios consumidos por un fumador por el número de años de consumo de tabaco.
A mayor número de paquetes año, mayor es la probabilidad de que los pulmones de un fumador hayan sufrido un daño irreversible.
Existirán zonas pulmonares cuya inflamación haya llegado hasta tal punto que se hayan formado cicatrices, dando lugar a una pérdida de elasticidad del tejido pulmonar, y una menor absorción y procesamiento del oxígeno respirado. Entre las enfermedades pulmonares que producen cicatrices destaca el enfisema, un tipo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica donde parte del pulmón queda destruida.
Una vez se llega a tal punto de daño pulmonar, las paredes de las vías respiratorias pierden tanto su forma como su elasticidad, y jamás volverán a ser como antes. De hecho, según cuenta Edelman, recientemente se ha descubierto que un enfisema puede empezar a producirse pocos años después de empezar a fumar, aunque los síntomas ocasionados por dicha enfermedad no se sufren hasta pasados 20 o 30 años de consumo de tabaco.
Aún así, nunca es tarde para dejar de fumar. Sea en mayor o menor medida, siempre habrá beneficios.