Todos los nutricionistas coinciden en una idea: los conceptos de "ponerse a régimen" o "hacer dieta" deberían estar descartados de nuestro vocabulario. La razón es muy simple: a lo que se debe aspirar es a seguir una alimentación saludable siempre. Pero como sucede en muchos otros ámbitos, del dicho al hecho hay un trecho y la realidad es que muchísimas personas se pasan la vida a dieta, normalmente empezando los lunes.
Ahora, un curioso estudio publicado en International Journal of Obesity demuestra que cogerse vacaciones del régimen no sólo no es perjudicial, sino que influye positivamente en la pérdida de peso. Para llegar a esta conclusión, los investigadores de la Universidad de Tasmania (Australia) seleccionaron a 51 hombres para que hicieran 4 meses de dieta de restricción calórica; uno de los grupos, siguió el régimen de forma continuada, mientras el otro paraba cada dos semanas y retomaba la dieta tras este tiempo.
Antes de que el lector se apresure a llorar de alegría, una aclaración. Durante esos 15 días, los participantes no tenían barra libre; también seguían una alimentación equilibrada -prescrita por los autores del estudio- sólo que de un contenido calórico normal, como si no tuvieran que adelgazar.
Al finalizar el estudio, los participantes que habían seguido el régimen intermitente habían perdido entre 14,1 kilos y 5,6 kilos, mientras que los que habían sufrido los cuatro meses seguidos se habían deshecho de entre 9,1 kilos y 2,9 kilos, casi cuatro kilos menos de media.
También los de la dieta intermitente habían perdido más masa de grasa, aunque la masa muscular y el gasto de energía en reposo. La respuesta parece estar en un fenómeno llamado termogénesis adaptativa y que es un mecanismo del organismo para sobrevivir a la hambruna, que se dispara en la restricción calórica.
Según el trabajo de los australianos, hacer descansos es lo que consigue que las dietas sean más eficaces. En este sentido, el autor principal del estudio declaró a la revista australiana Body and Soul, que también las dietas basadas en ayunos intermitentes son más eficaces en este sentido.